Inaugurada la red municipal de control de la contaminación atmosférica

Ayer por la mañana el alcalde de Madrid, Juan de Arespacochaga, inauguró la Red Automática de Control de la Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento. La red ha supuesto un coste de casi cien millones de pesetas, y básicamente consta de dieciséis estaciones de control, que pueden recoger los datos ambientales con intervalos de hasta cinco minutos, y todas ellas centralizadas en un ordenador que se encarga de totalizar los datos parciales.

Esta nueva red, que consta de dieciséis estaciones remotas, instaladas en otros tantos puntos de la ciudad, tiene su central de control en la sede del Departamento Municipal de Lucha contra la Contaminación Atmosférica, en la calle de Barceló.La red ayer inaugurada consiste, fundamentalmente, en una serie de estaciones -dieciséis- que transmiten los datos atmosféricos y de contaminantes en una serie de puntos, en forma inmediata, al panel instalado en la calle de Barceló. El sistema permite, por tanto, el control sistemático de la contaminación en diversos puntos de la ciudad, en intervalos -de acuerdo con la programación del ordenador- de veinticuatro horas, ocho horas, dos horas, y cinco minutos. Hasta ahora, el control que el departamento correspondiente de la Delegación de Saneamiento y Medio Ambiente tenía establecido consistía en la acumulación de contaminantes en unos filtros, que eran recogidos y analizados cada veinticuatro horas. De ese análisis se extraía la media ponderada de contaminación en la ciudad.

A pesar de la imperfección del sistema utilizado hasta ahora, los resultados obtenidos con él fueron los que dieron pie a que el Ayuntamiento de Madrid solicitara -y consiguiera hace pocas semanas- la declaración de la ciudad como zona contaminada.

Las estaciones remotas ahora instaladas lo han sido en el paseo de Calvo Sotelo, glorieta de Atocha, Puerta del Sol, plaza de España, plaza de Quevedo, plaza de Gregorio Marañón, plaza del Marqués de Salamanca, Escuelas Aguirre, plaza de Luca de Tena, glorieta de Cuatro Carninos, avenida de Ramón y Cajal, plaza de Manuel Becerra, Puente de Vallecas, plaza de Fernández Ladreda, plaza de Castilla y ca le de Arturo Soria. Sin embargo, sólo cuatro de ellas están equipadas con sensores que permiten la medición de los niveles de monóxido de carbono. El resto determinan las concentraciones de partículas en suspensión y de anhídrido sulfuroso. Por otra parte, sólo una de las estaciones instaladas puede realizar todas las mediciones para las que está prevista la red, es decir, las referentes a contaminantes en la atmósfera y a las condiciones metereológicas que sirven de soporte a esos contaminantes, salvo las de ozono y de velocidad del viento, que todavía, aunque previstas, no han sido acopladas al sistema inaugurado ayer.

El ordenador, pieza central de todo el proceso, tiene una capacidad calculada, en principio, para soportar cuarenta estaciones remotas de ese tipo, ampliación que ha quedado para una segunda fase de montaje del sistema. Sin embargo, como ya informó EL PAIS en su día (véase el periódico del día 15 de enero de 1977), las ofertas que se presentaron al ser convocado el correspondiente concurso para la instalación de todo este equipo fueron, en algún caso -Standard y Phillips-, superiores a las que hicieron Secoinsa y Fujitsu, marcas que se han encargado de la instalación del ayer inaugurado.

La instalación de esta Red Automática de Control de la Contaminación le cuesta al Ayuntamiento de Madrid algo más de 98 millones de pesetas. A pesar de que la inauguración oficial se celebró ayer, la recepción de las obras -paso previo para que la Corporación obtenga, una vez pagado, el pleno dominio de una realización- no se ha producido todavía y falta, después de que transcurra el plazo preceptivo de garantía, que la Comisión Municipal de Gobierno dé su visto bueno.

Beneficios de zona contaminada

A la vez que se celebra la inauguración de la Red Automática de Control de la Contaminación Atmosférica, el Boletín Oficial del Estado publicaba ayer un real decreto del Ministerio de Obras Públicas por el que se Ie otorgan a Madrid, como zona declarada contaminada por resolución del Consejo de Ministros, a propuesta de la Comisión Interministerial del Medio Ambiente, los beneficios fiscales p revistos por la ley de Protección del Ambiente Atmosférico del año 1972.Estas medidas, que se extienden a una zona de la ciudad que, en fundamento, se limita al perímetro interno del Tercer Cinturón de Ronda, tienen su aplicación en el ámbito fiscal y de protección de la industria, por medio de desgravaciones y de otros tipos de beneficios, a los que pueden acogerse aquellas industrias y actividades que sean consideradas, de ahora en adelante, como contaminantes.