Ni socialistas ni comunistas cuestionarán la presidencia de Giscard

Los comunistas y socialistas franceses, a pesar de su desunión persistente, continúan gozando del favor de los sondeos de la opinión pública, a la que tranquilizan al mismo tiempo: «Respetamos la Constitución y Giscard d'Estaing, en tanto que sea presidente, no será puesto en entredicho». La mayoría, tras el discurso del buen voto del Presidente de la República, se esfuerza para acelerar el proceso de «unión perfecta» de última hora. La atmósfera de victoria de la izquierda, con intenciones y métodos diferentes, es atizada por cada una de las dos fracciones del abanico político galo.

Los sondeos, favorables a la izquierda

El discurso del presidente, señor Giscard, el viernes último fue en última instancia una advertencia a todos los franceses sobre «la desgracia» que supondría para el país la victoria de la Izquierda en los comicios legislativos de los días 12 y 19 de marzo inmediato. El primer ministro anteayer, en un discurso electoral: «No vamos a dejar el monopolio de la palabra socialismo a la izquierda». El más reputado comentarista de la derecha, Raymond Aron, en un amplio diálogo aparecido ayer en el semanario L'Express, con el que fue líder de la izquierda, Pierre Mendes-France, consideraba posible la victoria de la oposición: «Todo dependerá del programa», decía.Los últimos sondeos que semanalmente toman él pulso de las intenciones de voto continúan siendo favorables a la izquierda. Se trate o no de la clásica intoxicación destinada a amedrentar a los indecisos, este concierto que progresivamente recalienta la atmósfera de victoria de la izquierda es también la única hipótesis que desarrollan los líderes de la izquierda. El secretario general del PCF, Georges Marchais, y el primer secretario, del PS, Francois Mitterrand, contando con la posibilidad de su éxito, se encargaron durante el último fin de semana de excluir toda posibilidad de «desbordamientos revolucionarios», asegurándoles a los franceses que el presidente, Giscard d'Estaing, debe continuar en su función y que los comunistas pedirán el respeto de la Constitución.

Esta coincidencia, a 42 días de las elecciones, es casi la única entre los dos partidos de la Oposición. El PCF continúa presionando al PS para que vuelva al programa común, Firmado en 1972, aunque al mismo tiempo maneja continuamente el tema de su futura participación en el Gobierno, «con todos los ministros que nos correspondan, según los resultados, y no en puestos secundarios».

Algunos observadores han creído percibir un cambio de tono respecto a los socialistas y no excluyen la eventualidad de una reconciliación, antes de la primera ronda de los comicios., para ultimar el programa. La mayoría, sin embargo, ya no espera nada hasta que no se conozcan los resultados del día 12.

Contrariamente, en todas las formaciones que, integran la mayoría gubernamental el deseo de unión se perfila más cada día.