Tensiones en UCD a causa de la enmienda sobre Navarra

A las dos de la tarde de ayer, hora en que cumplía el plazo de congelación informativa, se dio a conocer en San Sebastián el texto de la enmienda a la Constitución por el que se regula la decisión que en su día adopte Navarra sobre su incorporación al Consejo General del País Vasco. A esa hora era ampliamente conocida en los medios políticos vascos la oposición del comité regional de UCD a la enmienda elaborada tras laboriosas negociaciones al más alto nivel entre representantes de UCD, PNV, PSOE y el señor Abril, en su condición de vicepresidente del Gobierno

El mandato del comité regional de UCD de Navarra a sus parlamentarios para que defiendan la presentación de otra enmienda distinta a la pactada plantea una situación delicada en el seno del partido gubernarriental, máxime si se tiene en cuenta que la redacción final de la enmienda al parecer la aportó, a la última ireunión, escrita a máquina ya, el señor Abril.En este sentido el vicepresidente tercero del Gobierno manifestó ayer a los señores Benegas (PSOE) y Garaicoechea (PNV) que el partido gubernamental mantenía el compromiso suscrito y no retiraría su apoyo a la enmienda. Sobre si ante esta situación creada en el seno de la UCD se vería obligado a actuar el comité de disciplina del partido, recientemente creado, un miembro del mismo manifestó a EL PAÍS esconocer los términos del conflicto y aclaró que en cualquier caso el comité no puede actuar de oficio sino a instancia de órganos de responsabilidad del partido.

El diario Hierro, de Bilbao, ponía en boca de un responsable de la UCD e Navarra estas palabras: «Si la UCD no acepta la resolución del comité regional, tendrá que obrar en consecuencia.» Preguntado el interlocutor que si las consecuencias podrían significar la dimisión dijo: «Todo es posible.»

Texto de la enmienda

El texto de la enmienda que la UCD de Navarra considera no ajustado a los acuerdos de Madrid, del pasado 31 de diciembre, es la siguiente:«En el caso de Navarra, a efectos de su incorporación al Consejo General vasco, o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 129 del proyecto de Constitución, la iniciativa corresponde al órgano foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen.

Para la validez de dicha iniciativa, será preciso además que la decisión del órgano foral competente sea ratificada por referéndum, expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos.

Si la iniciativa no prosperase,solamente se podrá reproducir la misma en distinto período de mandato del órgano foral competente, y, en todo caso, cuando haya transcurrido el plazo mínimo que definitivamente fije el artículo 129, a los efectos de esta enmienda.

La UCD de Navarra considera especialmente negativo para su provincia el que, de acuerdo con lo que se establece en la enmienda, Navarra esté cuestionándose cada cinco años su identidad y el que no se garantice claramente que «el pueblo navarro puede establecer constitucionalmente cláusulas de garantía que aseguren la necesaria estabilidad de una decisión tan trascendente».

Reacción del PSOE y PNV

En la rueda de prensa en que fue presentada la enmienda a la Constitución, el diputado socialista señor Benegas manifestó al corresponsal de EL PAÍS en San Sebastián, Antonio González, que su partido en ningún caso estaba dispuesto a entrar en nuevas negociaciones, y si UCD llegaba a retirar su firma, los socialistas se verían obligados a recurrir a otros métodos. «En ese caso -afirmó el señor Benegas- nos veremos obligados a convocar inmediatamente movilizaciones populares y que sea el pueblo quien defienda el acuerdo. Además eso Supondría una desautorización del vicepresidente del Gobierno, señor Abril.» El PSOEconfía en que «UCD no dé una vez más muestra de su incongruencia e incompetencia como partido.»Por su parte, el señor Garaicoechea (PNV) enjuicie así la situación creada. «No hay que olvidarse que UCD de Navarra es UCD. Por eso estamos un poco sorprendidos de que se haya hecho tan frecuentemente esa disección entre la UCD navarra y la estatal. Los demás partidos no tenemos esta costumbre para mantener algunas estrategias. Al margen de una cuestión de disciplina de partido, aquí hay otros temas, como la congruencia con actitudes tomadas por UCD estatal.

El señor Garaicoechea precisó al corresponsal de EL PAÍS en Pamplona, Fermín Goñi, que como cuestiones conexas con el acuerdose plantearon otros tres temas: «El primero se refería a que la información se retenía en tanto no estuviera informada la Diputación. En segundo lugar, que no podría haber ninguna otra enmienda constitucional que pudiera contravenir la operatividad de los acuerdos. Hubo también consenso unánime al expresar nuestra decidida voluntad de que ningún clima de violencia se pueda interferir en el proceso de debate y solución del problema. »

En cuanto a la periodicidad del referéndum, Carlos Garacoichea explicó que su partido no pretendía establecer criterios restrictivos a la voluntad popular del pueblo navarro. «Un montaje de semejante embergadura, como es una consulta popular -añadió-, no puede realizarse todos los días. Se ha establecido un período que abarcará un mandato del órgano foral competente y esto resulta razonabie, ya que el mencionado órgano será quien efectúe la convocatoria y el que previamente deberá haber expresado su posición al respecto. »