La policia abortó un plan anticastrista en México

La detención de dos cubanos en la ciudad norteamericana de Miami frustró un plan terrorista anticastrista que se habría de desarrollar los próximos días en varias ciudades mexicanas.Gaspar Eugenio Escobedo y Gustavo Castillo, prófugos de la justicia mexicana, revelaron los planes de una segunda escalada de violencia en México, con el presunto objetivo de provocar el rompimiento de relaciones diplomáticas entre este país y Cuba.

La escalada de violencia, indicó la procuraduría de Justicia de México, incluía la explosión de bombas, secuestros y crímenes, y sus principales objetivos serían los cubanos residentes en el país.

Los detenidos, junto con Orestes Ruíz, preso actualmente en un penal de la ciudad de México, pertenecen a una organización internacional anticastrista que en julio de 1976 planeó atentados a nivel mundial contra las embajadas de Cuba.

Su primer objetivo fue secuestrar al cónsul cubano en la ciudad mexicana de Mérida, Daniel Ferrer, y en su intento fallido mataron al técnico del Instituto Nacional de Pesca de aquel país, D'Artagnan Díaz.

Orestes Ruiz y Gaspar Eugenio declararon en aquella ocasión que después de asesinar al cónsul, pensaban viajar a México para dinamitar el edificio de la embajada cubana el 26 de julio, aniversario de la revolución de aquel país.

La secretaría de Relaciones Exteriores de México solicitó la extradición de los delincuentes sobre quienes pesan los cargos de homicidio consumado, tentativa de homicidio, tentativa de secuestro, violación al reglamento de armas y acopio de armas.

Después del frustrado secuestro, Orestes Ruiz y Gaspar Jiménez fueron aprehendidos y encarcelados. Nueve meses después, el 21 de marzo de 1977, Jiménez Escobedo, con ayuda de su organización, logró huir del penal donde estaba recluido.

Con el apoyo de sus amigos, salió del país y se trasladó a Miami, donde -junto con Gustavo Castillo- que también intervino en el fallido secuestro del cónsul, planeó otra escalada de violencia anticastrista.

La Procuraduría General de México, al localizar en Miami hace unos días a los dos cubanos, pidió, a través de la Cancillería, la detención provisional y retención bajo custodia con fines de extradición, de los dos prófugos de la justicia mexicana.