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Francia aumentará su proteccionismo pesquero

Los contactos España-Comisión Europea, en materia de pesca, celebrados el jueves de esta semana, son el primer encuentro hispano-comunitario de una serie en la que seguirán relaciones siderúrgicas, textiles y adaptación del Acuerdo Comercial de 1970, a lo Iargo de las próximas semanas. Así lo explicó Raimundo Bassols, embajador de España acreditado ante la CEE, en charla con los periodistas.En pesca la reunión de esta semana sirvió para muy poco. Para comprobar de nuevo que «hay deshielo y comprensión por parte comunitaria», dijo el embajador.

La verdad es que la situación continúa exactamente igual que hace un año; se prorrogan las licencias para la pesca de altura y, con un poco más de desgracia, pronto habrá también restricciones, a partir de licencias, para la pesca de bajura. Gracias a las presiones de nuestros abogados franceses, que quieren limitar las capturas de pesca española en las aguas vecinales del golfo de Vizcaya.

Se espera que la Comisión Europea proponga al consejo de la CEE cupos de pesca de anchoa para la próxima temporada. Cupos que habrá que repartir entre Francia y España, cuyos pesqueros participan en la pesca de anchoa. Madrid intentará defender, esperemos que con éxito, un cupo que puede variar entre las veinte y las 25.000 toneladas y que tenga en cuenta los derechos de los cuatrocientos barcos españoles dedicados a la pesca de anchoa, entre marzo y junio.

Para el 25 de este mes se anuncian negociaciones siderúrgicas. «Se enfrentarán dos tesis proteccionistas», precisó el embajador. Recordó que España practica también restricciones a la entrada de acero comunitario, en lógica réplica al proteccionismo comunitario, derivado del Plan Davignon y que incrementa en casi el 25% el precio de acero español exportado a la CEE. España y la CEE tienen todo el actual trimestre para intentar negociar un compromiso.

Al día siguiente, 26, tocará el turno a los textiles. Tampoco aquí hay que esperar sorpresas. La CEE quiere autolimitar las ventas españolas en 1978 al mismo nivel que 1976. Unas 40.000 toneladas.

Para el 8 de febrero se fija la reunión de adaptación del acuerdo de 1970. El mandato de la CEE parece difícil de aceptar para España, ante las exigencias industriales y las pocas compensaciones agrícolas. « Ofreceremos una serie de contrapropuestas» dijo el embalador.

En fin, todo un abanico de problemas que parecen insuperables a corto plazo. Tanto por la situación económica de la CEE como por la falta de estrategia conjunta española en abordarlos.

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