Se intenta formar una "tercera fuerza" en Italia
Mientras el presidente Giovanni Leone iniciaba ayer oficialmente consultas con los partidos para formar un nuevo Gobierno encabezado por el primer ministro dimisionario Giulio Andreotti, en los medios políticos italianos trascendió la noticia de la realización de una reunión secreta, el pasado día 3 en Turín, entre representantes de los partidos Socialdemócrata, Liberal y Republicano, encaminada a la formación de una «tercera fuerza» que ponga fin al bipartidismo existente entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista (PCI).Según informó ayer la revista Il Settimanale, los más favorables al proyecto serían los liberales. El plan incluiría incluso la posibilidad de un respaldo de los tres partidos a la Democracia Cristiana, para que un próximo Gobierno monocolor no deba depender de un voto de confianza o de «no desconfianza» del PCI. Tal como informó ayer EL PAÍS, esta perspectiva ha sido considerada como una «nueva alternativa» de poder por la dirección democristiana, sobre todo por Aldo Moro, presidente del partido, y por Andreotti, ambos firmemente opuestos a la incorporación de los comunistas al Gobierno, o a una excesiva dependencia de su buena voluntad en el futuro.
Oposición socialista
Entre los promotores de esa «tercera fuerza» italiana figuran los dirigentes del círculo «Estado y Libertad», al que aparece vinculado el conocido periodista Indro Montanelli, director de Il Giornale Nuovo, de Milán. El líder del Partido Republicano, Ugo La Malfa, mantuvo recientemente una entrevista con Montanelli en Milán, donde habría sido estudiado el proyecto. La iniciativa le habría sido presentada también al secretario general del Partido Socialista, Bettino Craxi, pero éste la habría rechazado. En una de las últimas reuniones de la directiva de la Democracia Cristiana, Moro y Andreotti habrían señalado que la idea de una «tercera fuerza» en Italia, que apoye la política de austeridad de la DC y reduzca la necesidad de un «compromiso histórico» con el PCI contaría con el «ferviente respaldo» de Estados Unidos y de Alemania Federal, principales sostenedores en este momento de la economía italiana. Sin embargo, los sindicatos comunistas y socialistas se opondrían al esquema. De todas formas, los promotores de la idea se reunirán en Roma el próximo día 20 para dar forma al nuevo sector, que se presentaría con el nombre de «Centro Democrático» o de «Unión Democrática».Mientras tanto, las gestiones de Leone y Andreotti prosperan lentamente, y se cree que antes de febrero no se habrá constituido el nuevo Gobierno. En caso de que Andreotti fracase en esa tarea, el presidente podría encomendársela a Amintore Fanfani, presidente del Senado -partidario de una apertura moderada al PCI- o a Arnaldo Forlani, ministro de Asuntos Exteriores, a quien se le atribuye una actitud más restrictiva en materia de «compromiso histórico». La posibilidad de que se haga necesario convocar a elecciones generales anticipadas en un año en que deben realizarse las presidenciales, y varios referéndums se considera problemática, y hasta catastrófica, pero no descartable.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.