Dificultades de Soares con la derecha y los comunistas para formar Gobierno

Mañana, Portugal tendrá un nuevo primer ministro o quedará abierto el camino hacia la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales anticipadas.

En un comunicado de la presidencia de la República, el general Eanes confirma haber pedido a Mario Soares que siga esforzándose en llegar a un acuerdo interpartidario, que permita la constitución de un Gobierno con apoyo parlamentario mayoritario.La declaración presidencial prueba indirectamente que el secretario general del PS no consideró suficiente el acuerdo alcanzado por los demócratas cristianos. El mandato recibido de la comisión nacional del PS excluía un entendimiento con un partido de derecha que no tuviera su contrapeso en el sector opuesto, es decir, con los comunistas. Mario Soares ha acusado a los comunistas de haberse recusado en el último momento, como ya lo habían hecho antes de la votación de confianza.

Alvaro Cunhal desmiente vehementemente esta versión y el presidente de los demócratas cristianos confiesa haber vetado algunos de los puntos del acuerdo previsto entre comunistas y socialistas. Pero en un mitin en el norte del país, el secretario general del PCP ha prometido que los comunistas intentarán reabrir las negociaciones y hacer todo lo posible para llevarlas a buen término.

Mientras tanto, el PSD no ha conseguido, con la nueva reunión de su consejo nacional, salir de la crisis que lo paraliza. El regreso de Sa Carneiro, fortalecido, y el comunicado publicado el domingo al final de la reunión, no van a facilitar las negociaciones con los socialistas. Los socialdemócratas piden que, una vez excluidos los comunistas, se celebre una mesa redonda entre el PS, el PSD y el CDS, dirigida directamente por el presidente de la República, para llegar a un acuerdo tripartito. No es concebible que ninguno de los interesados acepte hacer borrón y cuenta nueva.

En las próximas horas, Mario Soares tendrá que conseguir, con la ayuda discreta de la presidencia, hacer compatibles las posiciones de comunistas y demócratas cristianos, o solicitar de la comisión nacional del PS la luz verde para una coalición, abierta o disfrazada, con los demócratas cristianos.