Partidos políticos y ecologistas, piden la paralización del polígono Valverde
Una comisión formada por Aepden, Adelpha y varios partidos políticos pedirá a la Administración la paralización de todos los proyectos relacionados con el polígono de Valverde y el inicio de un nuevo período de información al público, en el que abra un amplio debate sobre las ventajas e inconvenientes de su realización, subordinando el destino del proyecto a la decisión mayoritaria de los madrileños.Estas conclusiones se tomaron en una reunión celebrada el viernes en la sede de Aepden, a la que asistieron representantes de Adelpha y de los partidos políticos FE(a), PCE, ORT, MC, OIC, LCR y FDC. No asistieron en cambio el PSOE, AP, ID, UCD y PTE, a los que se enviará el texto de la resolución para facilitar posibles adhesiones.
Las alegaciones que se presentan al proyecto de Valverde, que coinciden también en contra del otro gran complejo urbanístico pegado al monte de El Pardo, el de Tres Cantos, se basa en «que supondría una total degradación del monte en un plazo muy breve y de manera prácticamente irreversible».
La resolución conjunta insiste en que «es ridículo» pensar que el traslado de edificios de la Administración central a un polígono situado apenas a ocho kilómetros del casco urbano vaya a suponer una descentralización y descongestión real de la ciudad. Sobre todo porque esta zona será engullida pronto por el crecimiento de las nuevas urbanizaciones en expansión.
En cambio, la creación de un cinturón de cemento al norte de Madrid, del que dos eslabones fundamentales serían Valverde y Tres Cantos, supondrá un obstáculo importante para el paso de los vientos de la sierra de Guadarrama, principales limpiadores del aire contaminado de la ciudad. Esta no renovación del aire afectaría fundamentalmente a la zona sur de Madrid, donde están ubicados los barrios más modestos y con mayor número de población, mientras que en cambio afectaría en mucha menor medida a los barrios residenciales más cercanos a la zona de las sierras.
La resolución incide a continuación en que el país no puede permitirse la realización de este tipo de proyectos -afirmación muy similar a la del propio ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Joaquín Garrigues, en su reciente visita de inspección a las obras de Tres Cantos- que exigen unas inversiones muy altas y comparativamente a las mismas crean pocos puestos de trabajo.
Los partidos políticos presentes en la reunión, además de aceptar y asumir estos planteamientos de índole ecologista, añadieron que el polígono no va a ser destinado a viviendas sociales más que en un porcentaje muy pequeño, y que realmente es la clase alta quien se va a beneficiar de una acción estatal en la que se ha dejado una gran extensión de terrenos para zona residencial.
