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"La sociedad española ha sufrido un cambio muy positivo en los últimos diez años"

Peter Berger, el sociólogo austriaco autor del libro La construcción social de la realidad, en colaboración con Thomas Luckmann, ha permanecido cinco días en España, donde ha pronunciado tres conferencias además de entrevistarse con numerosas personalidades políticas, religiosas y universitarias de nuestro país.El profesor Berger, afincado desde 1946 en Estados Unidos, imparte clases de sociología en la Universidad de Rutgers, en el estado de Nueva Jersey, y es autor de numerosos libros, en los que aborda los temas esenciales de su teoría sociológica: el conflicto de la modernidad y el papel de las religiones en dicho proceso.

En la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid, el profesor Berger pronunció una conferendia bajo el tema La religión y los dilemas de la modernidad, que repetiría más tarde en el Instituto de Ciencias de la Educación de Salamanca, donde, asimismo, habló sobre Educación y cambio social. El decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de El Escorial y profesor de Sociología, Octavio Uña Juárez, se encargó de presentar al conferenciante.

Peter Berger, que considera la situación actual en España como sumamente esperanzadora y emocionante, se entrevistó con el arzobispo de Madrid-Alcalá, monseñor Tarancón, así como con los líderes socialista y socialdemócrata, Enrique Tierno Galván y Joaquín Ruiz Giménez y el profesor José Luis L. Aranguren, con quienes mantuvo conversaciones sobre los problemas más importantes de la actual situación política española.

A lo largo de sus conferencias, el sociólogo austriaco hizo una rápida síntesis de los problemas del desarrollo tecnológico de las sociedades supuestamente avanzadas, analizando las actitudes de descontento que provoca en el ser humano la pluralidad de papeles a que se ve sometido en ellas. «Tanto el romanticismo digamos reaccionario, por llamarlo de alguna manera, que busca en el pasado la fuente del bienestar, y se siente nostálgico de ese tiempo, y el llamado progresista, que es también un ideal de desmodernización, pero con una pretensión de mejora de la sociedad para hacerla más en un futuro, existe un paralelismo evidente, y es precisamente la búsqueda de la unidad de papeles frente al pluralismo de la sociedad modema.»

La importancia de la religión en tanto que ideología en la gestación de la sociedad, es para Berger enorme, aun cuando considera que particularmente: Europa ha sufrido en los últimos años un proceso de secularización muy extenso, sobre todo entre los intelectuales, cosa que no se ha producido en Estados Unidos. Berger explicó también una tesis de otros sociólogos que él mismo apoya, respecto al papel de los intelectuales en la sociedad moderna. «La verdadera lucha de clases -explicó el sociólogo austríaco- no se da entre la clase obrera y la burguesía, tal como la definiera Marx, aunque esta lucha, evidentemente, existe, sino entre todos aquellos clue participan hoy en la industria que nosotros llamamos del conocimiento, que se encarga de la producción y distribución de símbolos y las clases capitalistas. Es decir, entre la élite de los intelectuales, aunque haya muchas categorías diferentes, y la élite capitalista.»

Para Berger, el futuro de la sociedad estaría, pues, en el resultado de esta lucha de poderes, aunque considera que la actitud más beneficiosa sería la de situarse en un término medio entre la actitud fanáticamente diesarrollista, en el sentido técnico de la palabra, y las llamadas actitudes románticas, que rechazan de plano la modernidad de la sociedad actual en la que el hombre, en palabras de Berger, «Vive en una especie de esquizofrenia».

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