Los partidos italianos, alarmados ante el crecimiento del terrorismo

Tras los últimos sucesos terroristas registrados en Italia, el presidente del Congreso, Fietro Ingrao (comunista), declaró ayer que se está asistiendo a una situación de «grave amenaza para el régimen democrático». Todos los sectores políticos italianos denuncian la espiral terrorista que se cierne sobre italia, que en los primeros días de este año ha producido ya cinco muertes.Los asesinatos, a sangre fría, el sábado pasado" de dos jóvenes neofascistas de diecinueve y veinte anos, reivindicados ayer por un grupo de jóvenes de extrema izquierda que se autodenomina «contrapoder territorial», han vuelto a sacudir la conciencia civil del país. Ese mismo día, en un tiroteo entre carabineros y manifestantes , otro joven neofascista de diecinueve años resultó gravemente herido en la cabeza y murió ayer en un hospital de Roma.El domingo pasado se esperaba en Roma una jornada de represalia y de guerrilla urbana. Tras una reunión cumbre (le los responsables del orden público (ministro del Interior, jefes de policía y de carabineros) se montaron en la capital, varios puestos especiales de vigiIancia y se reforzó la policía móvil con mil agentes de Padua y setecientos carabineros. La violencia de Roma, sin embargo, repercutió en otras ciudades. El domingo por la noche un grupo de fascistas trató de asaltar el teatro San Fernando, de Nápoles, propiedad del actor De Filippo. En Trieste, Bari, Terni, Bolonia, Nuoro y Cagliari se han lanzado botellas incendiarias contra sedes de partidos de izquierda, del Partido Comunista y de la Democracia Cristiana. En Roma, centro neurálgico de la vida política del país, se toman como objetivo, más que en ninguna otra parte, las redacciones y los partidos políticos.

Los fascistas denuncian «intereses oscuros»

El Movimiento Social Italiano señala en un comunicado los «intereses oscuros internos e internacionales de la subversión» y ha pedido funerales de Estado y un día de luto en las escuelas para sus jóvenes militantes caídos. En el sistema político italiano, el partido neofascista no figura entre los padres de la Constitución. La Constitución, incluso, lo condena, pero el partido parlamentaria mente tiene. su peso. Desde que se desmembró la Democracia Nacional el Movimiento Social ha pasado a una oposición exasperada al sistema.

Indudablemente, hay quienes tratan de demostrar que el país es ingobernable. Sin embargo, tanto el «ejército armado» de los extraparlamentarios de izquierdas como el escuadrismo de la extrema derecha no hacen más que reforzar políticamente al centro y acelerar el acercamiento de los dos grandes partidos de masas, comunistas y democristianos, hacia una «democracia consociada».