Los vecinos, contra la degradación del barrio de Salamanca

El barrio de Salamanca está sujeto a normativas contradictorias. Mientras figura en el precatálogo redactado por el Ayuntamiento de edificios y conjuntos de interés histórico-artístico, le afecta aún el plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche, también de autoría municipal, que ha permitido un fenómeno de desplazamiento de su población por grandes bloques de oficinas y centros comerciales, según un escrito que la asociación de vecinos de la zona ha presentado al ¿Ayuntamiento en este sentido.En él se pide al Ayuntamiento, a través de su Gerencia de Urbanismo, la revisión del plan de Reforma, ajustándolo a las disposiciones del precatálogo. El escrito analiza el proceso de transformación del barrio de Salamanca, que ha pasado de residencial a zona congestionada por la proliferación de grandes bancos, oficinas y locales comerciales, proceso que se caracteriza por un paulatino descenso de la población, obligada a emigrar a zonas periféricas de la ciudad, empujadas por la presión de los intereses especulativos del suelo. La densificación del centro de Madrid está originada por esa acumulación de actividades del sector terciario (cuando lo lógico sería descentralizar del casco urbano y permitir un mayor desahogo), patente además, en la congestión del tráfico, la contaminación y los ruidos. Y por último, en la desaparición de una serie de equipamientos colectivos, entre los que hay que contar nueve centros educativos y algunos otros benéfico-asistenciales e incluso conventos.

El libre juego de la especulación fue permitido por medio del Plan General de 1963, y, posteriormente, por el Plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche, aprobado en 1972. En este momento, en que el precatálogo de edificios y conjuntos históricos artísticos se encuentra en fase de información pública antes de su aprobación definitiva, la asociación pide que se amplíe el plazo para la presentación de alegaciones y muestra su extrañeza de que en su redacción no haya sido consultada la asociación citada, que, a lo largo de sus actividades, ha mostrado siempre su particular interés por la conservación del barrio y de su entorno, que no se reduce sólo a la conservación de las fachadas, sino que debe incluir su habitabilidad y las dotaciones correspondientes de equipamientos colectivos en todos sus órdenes.

Tres edificios que actualmente están en trámite de ser declarados Monumentos histórico- artísticos, se encuentran en peligro de derrumbamiento, a consecuencia del abandono en que se hallan, tanto por parte de las autoridades oficiales como de sus propietarios. Los edificios en cuestión, según un comunicado público de Adelpha (Asociación de Defensa Ecológica y del Patrimonio Histórico Artístico), son el palacio de Gamazo, en la calle Génova, levantado en el siglo XIX, el palacio de Talara, en la calle de la Luna, del siglo XVIII, y el antiguo Hospital del Carmen, en la calle de Atocha, lugar donde se imprimió la primera edición del Quijote, edificado en los siglos XVII y XVIII.