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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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La Piriñaca

Los cronistas del ramo, e incluso los que son de otro ramo, de otra rama, del árbol general y reverdecido de la actualidad, le han metido mucha caña a Lazarov por su especial fin de año Pero nadie, que yo vea, ha hablado del gran descubrimiento de Lazarov, que no es la Paulova ni Ángel Peralta, ni siquiera el caballo de Ángel Peralta, como sugiere mi querido Carlos Luis. Y mucho menos lo son Aceves Mejía y otros machos y hembras de Jalisco, que llegan como emisarios folklóricos de la nueva convivencia democrática España/Méjico, cuando la verdad es que en la Edad Media del franquismo en los férreos y delicados cuarenta, ya teníamos mariachís. Negrete y qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas.¿Es que se ha hecho la reforma democrática española para restablecer las relaciones folklóricas con los mariachis mejicanos? Eso ya lo había conseguido Franco desde la autarquía A él se lo debemos. O sea que ni la Paulova ni Lucha Villa han sido las grandes revelaciones de Lazarov (ni siquiera yo, puesto que no me dejaron salir), sino la Piriñaca, que tiene cien años aunque se quite alguno, y que es hembra taraceada del hondo sur andaluz y tercermundista Con Ángel Peralta, tipo señorito de Jerez, y con la Piriñaca como bisabuela de la raza. con el rostro escrito por el tiempo y la danza cansada de sabidurías, con el rito. y el ángel. y el duende calzados de zapatillas de orillo. Lazarov nos ha dado las dos verdades eternas y enteras de esa Andalucía que ahora pide bandera, y hace bien pero que ante. todo necesita reforma agraria a fondo, las cosas como son.

Me parece haber anotado ya en este Diario que una madre pamplonica se indigna de que en la tele salgan niños con moco y no salga yo. Lo que no sabe esa tierna, querida y desconocida madre pamplonica, porque no me conoce, es que yo soy un niño con mocos y estos artículos los escribo mientras el aya o aña me suena los mocos. Si yo salgo en la tele, señora, se me vería el moco ideológico y colgandero, como a Fernández de la Mora se le ha visto el moco crepuscular y a Tierno Galván el moquillo metafísico de Montesquieu. Es muy compro metido eso de salir en la tele, mi querida señora Le sacan a uno incluso mocos que no tiene.

Como un moco o chicle luminiscente es el aura electrónica que mi querido y admirado Valerio le pone a todo dios en la pequeña pantalla, y sin embargo tuvo la sabiduría y el respeto de no ponerle chicle ni electrónica a la Piriñaca, porque comprendió que eso no era casa de discos. compraventa, contrato fraudulento, comité anticorrupción ni maquillaje democratico. sino la realidad de la verdad de la vida, o sea aquí en España.

Por mucho que la tele de UCD nos mienta una España a-nivel-de Consejo de Europa, toda mentira comporta un excipiente de verdad. y en este caso el excipiente ha sido la Piriñaca, momia alegre de España, mujer fuerte de la no escrita Biblia andaluza, Dama de Elche gitana, Dama de Baza calé, caló, hembra eterna de España que desmiente con su mocedad de cien años sabios y cansados esa cursilería del Estado español.

Seguimos con los nominalismos, y no hemos quitado las placas que ponen Generalísimo Franco en las calles, pero hemos quitado la placa que ponía España en la esquina del país, en el chaflán de la Historia, y con eso ya nos damos por contentos, olvidando que la cuestión no es España o no España., sino Piriñaca o no Piriñaca, subdesarrollo o no subdesarrollo, tercermundismo o no tercerrnundismo, reforma o revolución agraria, en Andalucía, o patriarcalismo de los Hermanos Quintero, que por cierto no salieron en el programa ese, hombre.

¿Ve usted, querida señora pamplonica, cómo en seguida me cuelga el moco del resentimiento y el marxismo? A ver si viene Carmen Díez de Rivera a sonármelo con uno de esos breves y perfumados pañuelos que me dedicaba antes. Se ve en seguida que ha tenido mejor trato la jaca de Peralta que la señora Piriñaca. Valerio Lazarov tuvo el respeto de no ponerle chicle luminiscente a la Piriñaca. Es un detalle, y más en un extranjero. «La cuestión no es Monarquía o República -me dijo un día Santiago Carrillo-, sino democracia o dictadura.» Piriñaca o no Piriñaca.

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