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Violentos combates entre tropas camboyanas y vietnamitas

Violentos enfrentamientos armados han tenido lugar el pasado fin de semana entre fuerzas camboyanas y survietnamitas a lo largo de la frontera común, mientras Camboya anunció el pasado sábado la ruptura «temporal» de relaciones diplomáticas en un violento comunicado en el que acusa a los vietnamitas de tratar de anexionarse el territorio Khmer. Según fuentes militares occidentales, las tropas de Hanoi habrían penetrado una treintena de kilómetros en el vecino Estado y seis divisiones, apoyadas por unidades blindadas y de artillería, habrían tomado posiciones a unos noventa kilómetros de la capital camboyana.

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¿Hacia la "tercera guerra de Indochina"?

Se desconoce si en las última horas se han producido nuevos enfrentamientos, lo que sí existe es una violenta campaña de comunicados y acusaciones mutuas que podría ser el prólogo de la «tercera guerra de Indochina». Sobre los resultados de una generalización del conflicto fronterizo, los observadores militares occidentales ponen de relieve la enorme disparidad de efectivos militares de los dos bandos. Vietnam, que cuenta con un millón de hombres en armas, es la principal potencia militar del sureste asiático.En el comunicado en el que se anuncia la ruptura las autoridades camboyanas ponen de relieve que en la frontera entre los dos Estados reina, desde hace dos meses, un auténtico estado de guerra entre los dos vecinos. Señalan que Hanoi pretende unificar la antigua Indochina bajo su hegemonía y anexionarse así a Camboya.

Tanto las emisoras camboyanas como el embajador de Phnom Penh en Pekín acusaron a los vietnamitas de cometer crímenes, quema de cosechas y todo tipo de atrocidades, «comportándose peor que las tropas invasoras survietnamitas del régimen de Van Thieu, en 1973».

Por su parte, los vietnamitas acusan a Camboya de que en el transcurso de los incidentes ocurridos durante los dos últimos años tropas de dicho Estado habían causado la muerte de más de 2.000 campesinos vietnamitas. Hanoi afirma que las fuerzas camboyanas han cometido innumerables atrocidades en territorio vietnamita y que sus fuerzas se habían visto obligadas a «autodefenderse».

El actual conflicto, que ha permanecido larvado durante dos años, se ha desatado entre dos Estados cuyos regímenes estuvieron unidos contra la intervención norteamericana, la llamada «segunda guerra de Indochina», que concluyó en 1975 con el triunfo de los comunistas en los dos Estados.

Rivalidad chino-soviética

El fondo de esta disputa tiene raíces territoriales e ideológicas. Ambos países heredaron de la época colonial problemas fronterizos, pero no conviene olvidar la ancestral rivalidad entre ambos durante siglos, rivalidad que sólo fue dejada de lado para poner fin a la colonización francesa y a la intervención norteamericana. Sin embargo, a estas razones hay que añadir las diferencias ideológicas de dos revoluciones comunistas triunfantes: mientras Camboya, donde triunfó una revolución campesina de una rigurosidad y crueldad jamás conocida (que la empujaron a un aislamiento casi total con el resto del mundo), ha tenido como firme aliado la República Popular China (su único contacto con el mundo exterior), en Vietnam, por el contrario, los lazos privilegiados han sido establecidos con la Unión Soviética.

En este sentido, este conflicto podría dar pie a un nuevo escenario de la rivalidad chino-soviética. En su mensaje al pueblo camboyano, el jefe del Estado, Khieu-Samphan, ha denunciado a «los extranjeros que ayudan a Vietnam en su agresión», aludiendo así a los soviéticos.

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