Mayor peso de las regiones en la elección de emplazamientos

El anteproyecto del nuevo Plan Energético Nacional, que habrá de sustituir al de 1975 y con respecto a la energía nuclear, contempla los siguientes puntos:- Modificación sustancial de las regulaciones vigentes en materia de energía nuclear, de tal forma que las autorizaciones de instalaciones nucleares ya radiactivas serán otorgadas en el futuro por el Ministerio de Industria y Energía previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear, entidad que se creará al efecto, y que entenderá, además de todo cuanto se refiere a inspección y vigilancia de las instalaciones en los aspectos de seguridad nuclear y las propuestas de reglamentación y normativa a que deben ajustarse las mismas. El Ministerio de Industria y Energía contará con un organismo autónomo donde se encuadre el personal necesario para la inspección de las instalaciones nucleares y radiactivas, para los estudios de evaluación de seguridad de las mismas y para el desarrollo de la normativa correspondiente. El establecimiento de un sistema de tasas a percibir por la entidad autónoma permitirá cubrir los costes de las inspecciones y los de estudios de seguridad sin que la prestación de estos servicios gravite sobre el presupuesto.

- Modificación de la legislación vigente con objeto de potenciar la JEN en materia de investigación científica y tecnológica deslindando algunas de las funciones hasta ahora atribuidas a la JEN, de forma que sus actividades queden sometidas al régimen general de inspección.

- Asignar una mayor participación a las entidades de carácter regional y provincial en la elección de emplazamientos para instalaciones nucleares.

- La demanda de energía nuclear pasará de 2,1 millones de toneladas equivalente de carbón (tec) en 1977 (2,1 % de la demanda de energía primaria) a 21,9 millones de tec (14,2 % de la demanda) en 1987.

- La producción eléctrica bruta de origen nuclear pasará de 5.830 GWh en 1977 y 1978 a 28.750 GWh en 1982 y a 62.080 GWh en 1987; la contribución de la energía nuclear a la producción eléctrica pasa así del 6%, aproximadamente, en 1977, al 331 en 1987.

El PEN contempla la posibilidad de ahorros sustanciales con la utilización de centrales nucleares, tanto en lo que respecta al coste de los combustibles como en el coste total de producción, que incluye el efecto de las distintas inversiones, y ello a pesar del aumento mucho mayor estimado para la inversión en la central nuclear que en las de fuel-oil o carbón importado. Los ahorros con la producción nuclear son aún mayores en la parte que corresponde a las importaciones, que requieren pagos de divisas, naturalmente por el efecto de los costes mucho mayores de combustible en los casos de fuel-oil y carbón, que habría que importar en su totalidad.

El PEN señala que la energía nuclear es la menos contaminante y más segura de todas las modalidades de generación de energía.