Alfombras cubistas de Juan Gris
La perfecta equivalencia entre la obra de Juan Gris y el cubismo hace que, a menudo, encontremos entre sus trabajos aquello que más se acerca al tópico cubista. Sin menoscabo de sus excelentes dotes creativas, su total sumisión a un movimiento determinado le obligaba frecuentemente a cargar con el peso de la simplificación didáctica que toda vocación de pureza conlleva.Por ello no resulta sorprendente que estos cartones para alfombras se acerquen, más que a traducciones de una imagen pictórica al tejido, al «standard» de los repertorios de motivos decorativos art-decó. En lo que dicho estilo tenía de reduccionismo de los lenguajes formales de la vanguardia cubista, Gris podía, por su carácter de representante idóneo del movimiento en su pureza (o, si se prefiere, en su academicismo), ofrecer las coordenadas mínimas esenciales que el decorativismo requiere para su vinculación formal. con las vanguardias pictóricas.
Alfombras de Juan Gris
B. D. Ediciones de Diseño. Villanueva, 5
Las alfombras de Gris casi no se diferencian de las de los anglosajones McKnight Kauffer y Marion Dorn, o de las más tempranas de Da Silva Bruhris que, como otros diseñadores franceses del momento, no llegaría a la composición geométrica, tanto por influencia directa del cubismo como por el enorme interés despertado entre los profesionales por los motivos de las alfombras marroquíes presentadas en la exposición de Marsella de 1922.
Por otra parte, tampoco resulta extraña su inclinación, aunque ciertamente marginal, por el diseño si recordamos los estampados proyectados por pintores como Dufy o Foujita y, en un ámbito más cercano a Gris, la propia Sonia Delaunay. Pero lo que resulta esclarecedor en el caso de Juan Gris es la fecha tan temprana en que estos cartones fueron realizados.
Pintados seguramente en 1920, era un obsequio para su amigo el pintor granadino José María Pérez, que poseía una fábrica de alfombras.
El carácter netamente precursor de estos diseños frente a la línea más puramente geométrica del decó, que no se afianzaría, y sólo parcialmente, hasta la Exposición Internacional de las Artes Decorativas de 1925, puede ilustrarnos acerca del camino que conduce del universo cubista a sus epígonos ornamentales. Lo que va de los cartones de Gris a las composiciones decorativas de Serge Gladky es la distancia que separa la creación de un abecedario de su virtuosa aplicación por un alumno aventajado.
Babelia
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