El embajador norteamericano en Lisboa, relevado
Departamento de Estado norteamericano confirmó ayer la sustitución del embajador de Estados Unidos en Lisboa, Franck Carlucci, pero desmintió cualquier injerencia en los asuntos internos portugueses por parte de su representante en Portugal.El embajador Carlucci, lejos de ser objeto de sanciones, sería llamado a ocupar una importante función en Washington, posiblemente una subsecretaría de Estado.
En los dos años de su permanencia en Lisboa, Franck Carlucci se había transformado en una personalidad política de primer plano, y había quien aseguraba que su influencia se extendía más allá de las fronteras portuguesas.
El personaje no tiene nada que ver con la imagen discreta del diplomático tradicional.
Llegó a ser considerado persona no grata por Otelo Saraiva de Carvalho, a raíz de los acontecimientos del 11 de marzo de 1975, pero convocó una conferencia de prensa para negar las acusaciones de agente de la CIA y acabó por obtener disculpas del Gobierno dirigido por el general Vasco Gonçalves.
El papel más importante de Franck Carlucci, fue seguramente el de preparar y lograr el acercamiento entre la Administración norteamericana y el Partido Socialista y, luego, el Gobierno Soares.
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