Navarra y Euskadi
Como navarro residente en Madrid, vivo estos días profundamente preocupado por los acontecimientos de mi patria chica. Creo que se están planteando problemas muy graves para la convivencia de los navarros, para el futuro de Navarra y pienso también que para el futuro de España.Voy a referirme a dos casos recientes de lo que, en mi opinión, supone confusionismo y falta de objetividad.
Ustedes, en EL PAIS, comentan la manifestación del pasado día 3 como minoritaria y de fracaso, y en cambio, la del día 8 como masiva, ¡50.000 navarros!... ¿Sólo navarros?..., espectacular. Las cifras de asistentes, según mi información, las deforman sensiblemente en ambos casos en sentido contrario. A través de las diferentes informaciones de su corresponsal en Pamplona, parece que podemos deducir dos cuestiones que desearía destacar:
1. La derecha, ultraderecha o «búnker» navarro son quienes únicamente desean la autonomía de Navarra. Es el continuismo franquista. Por el contrario, la izquierda toda está a favor de la integración en Euskadi.
2. Existe en navarra un sentimiento antivasco. Los navarros que, defienden la autonomía navarra son antivascos.
El problema no es ese, en absoluto. El sentimiento navarro está al margen de las ideas políticas. Ustedes mismos lo demuestran en la encuesta recientemente realizada, en que votantes M PSOE, e incluso quienes habían votado nada menos que al PNV, están a favor de la autonomía o no integración en un 59,8 % y 46,5 %.respectivamente. No es correcto dividir Navarra, en este tema, en derecha e izquierda, aunque... ¿no será éste el objetivo perseguido?
En cuanto al sentimiento antivasco, también, en mi opinión, es descentrar el tema. Hoy nadie discute el origen de los vascones, precisamente en Navarra, pero tampoco se puede discutir que en la nuestra larga y fecunda historia, nuestro Reino ha tenido importantes influencias castellanas, aragonesas, leonesas, etcétera. Una parte de Navarra se siente vasca y creo que todos los navarros, de siempre, hemos querido lo vasco, pero ni los unos ni los otros estamos dispuestos a renunciar a nuestra peculiar personalidad, fruto de ese variado legado cultural. Los navarros nos sentimos, ante todo, navarros y sólo nosotros deseamos decidir nuestro futuro.
En los momentos actuales, en mi opinión, cabría hacer lo siguiente:
-Urgente democratización y actualización de las instituciones forales. Es seguro que hoy la mayoría quiere que cambien los diputados forales.
-Si la nueva Diputación y el Consejo Foral deciden, por mayoría de sus miembros, la conveniencia de integrarse en Euskadi, que convoquen un referéndum entre todos los navarros, residentes en Navarra o en otras provincias españolas, y después de una campaña democrática, en la que se explique claramente las dos alternativas en forma limpia, sincera y sin trucos, que el navarro, con su voto, elija su futuro.
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