Satisfacción en la URSS tras la visita de Felipe González

Debido a un ligero ataque gripal, el presidente del Soviet Supremo no pudo recibir en la tarde de ayer al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Este encuentro de Felipe González parece ser que iba a coincidir con la visita a Brejnev de Willy Brandt, programada para el mismo día. Felipe González partió anoche hacia Tokio, después de permanecer durante cinco días en la Unión Soviética, al frente de una delegación socialista, invitados por el Partido Comunista soviético (PCUS).

Toda una serie de actos desarrollados en el transcurso de una intensa jornada, como fueron la ofrenda de coronas en el monumento a Lenin y al soldado desconocido; la intervención de Felipe González en el Instituto del Movimiento Obrero Revolucionario Internacional; comida de trabajo con miembros del PCUS; rueda de prensa con corresponsales extranjeros y el comunicado conjunto elaborado por el PCUS y el PSOE, señalan con evidencia el decidido interés de los dirigentes soviéticos por la visita a la URSS del líder socialista español.Las conversaciones con Suslov, Ponomariov y Zagladin, destacados dirigentes del Comité Central, y el amplio eco de la visita reflejado en la prensa y televisión soviéticas son una muestra patente de la intención de los políticos comunistas de reflejar su interés por esta Primera toma de contacto con los socialistas españoles.

Felipe González ha mantenido hábilmente durante estos días sus puntos de vista. Habilidad demostrada, principalmente, al referirse a sus relaciones con el Partido Comunista de España (PCE) y el eurocomunismo. El secretario general del PSOE ha señalado que el partido de Carrillo supone una competitividad muy fuerte y destacó que la aparición del término eurocomunismo es importante por la capacidad de atracción que tiene sobre determinados pueblos del sur de Europa. Señaló que el eurocomunismo debe ser calificado como un fenómeno importante, si bien hay que reconocer las diferencias del fenómeno en los distintos países, ya que se refleja en los votos y mientras en España representa el 9 % del electorado, en Italia supone más del 30 % de la población.

Resaltó que si bien el PSOE y el PCE mantienen relaciones cordiales «que nacieron en la época de confrontación de la dictadura», han seguido procesos distintos desde el punto de vista «ideológico y biológico»; manifestó su preocupación ante cualquier intento frente populista, por considerarlo grave para la consolidación de la democracia en España.

Elogios al Rey

En el Instituto del Movimiento Obrero Revolucionario Internacional, donde habló durante una hora ante medio millar de profesores y estudiantes y, como detalle anecdótico debe destacarse que tuvo tres traductores distintos que interpretaron con parcialidad sus palabras y cambiaron negativamente sus referencias al eurocomunismo, hizo una exposición crítica del país en los últimos cuarenta años, cuya situación política se estabilizará -dijo- con la nueva Constitución, la confrontación electoral de carácter sindical y las elecciones municipales, que posiblemente darán un nuevo crecimiento al poder de la izquierda.También señaló que en 1979 es posible una nueva confrontación electoral de carácter general.

En la rueda de prensa, celebrada en la residencia del embajador, con asistencia del encargado de negocios, Eugenio Bregolat, por ausencia de Juan Antonio Samaranch, Felipe González repitió las ya conocidas tesis de los socialistas españoles en torno a los temas internacionales, y después de señalar que era republicano, hizo un elogio de Juan Carlos, por considerar que «su arbitraje supone un factor positivo para el actual proceso democratizador español».

Comunicado conjunto

En el comunicado conjunto, elaborado, al parecer, por el PCUS, y cuyo texto fue corregido en algunos puntos por el propio Felipe González, se insiste en la «satisfacción por la normalización de las relaciones entre España y la URSS y el comienzo de los contactos en diversas esferas». Más adelante alude a la importancia del desarrollo de las relaciones entre organizaciones progresistas «de gran importancia para el fortalecimiento de las posiciones del movimiento obrero internacional».Se pronuncian contra la creación y proliferación de armamento de exterminio masivo y se muestran partidarios de la cooperación mutuamente ventajosa entre los Estados, en el marco del pleno respeto a la independencia nacional, la integridad territorial y la soberanía. Y termina señalando el comunicado la satisfacción por, el resultado de las conversaciones.

Felipe González, que fue despedido en el aeropuerto soviético por Zagladin, miembro del PCUS, declaró a EL PAIS, momentos antes de marchar a Tokio, donde asistirá a una reunión de la Internacional Socialista, que su viaje a la URSS «no supone que la Unión Soviética desee sustituir su apoyo al PCE por un más decidido interés por el PSOE. Las relaciones serán siempre más intensas entre los partidos comunistas. Se ha establecido un contacto muy interesante, pues pretendíamos que nos conocieran tal como somos y saber si podemos llegar a un diálogo.