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Reacciones de solidaridad en Francia con Antonio Saura

El Partido Socialista francés (PS) y el embajador de España en Francia, marqués de Nerva, aseguraron ayer que, de manera urgente, se interesarían ante las autoridades francesa si por las razones que motivaron, el sábado último, la expulsión de Francia del pintor español Antonio Saura. La estupefación es general ante lo que, en el mejor de los casos, se califica de «error lamentable». La prensa parisiense de ayer informaba sobre la «medida incomprensible », según titulaba su información Le Matin, diario de tendencia socialista. Este órgano, como Le Monde, La Croix, Liberation, L'Humanite, Le Quotidien de París, ilustraban su perplejidad con datos sobre la dimensión internacional del pintor, que vive por temporadas en España y en Francia, y que «en el plano político, fue conocido por sus opiniones antifranquistas».Ayer varias decenas de personalidades, intelectuales y artistas, iniciaron la firma de un documento público de protesta «contra esta medida que castiga a un artista por haber expresado una opinión política en su país de origen y que no ha practicado ninguna actividad política en Francia». Entre los firmantes se encuentran los filósofos Roland Barthes, Gilles Deleuze; los escritores Maurice Nadeau y Jean Cassou, y el hombre de teatro Jean Louis Barrault.

Por otra parte, en los medios artísticos, políticos, así como diversas organizaciones, proyectaban acciones inmediatas si el caso Saura no se resolviese con urgencia.

Por su parte, la Asociación de Amigos del Sahara, ante la expulsión de Antonio Saura, ha acordado: 1) Solidarizarse con Saura, lo que hicimos ayer personalmente en el momento de conocer la noticia. 2) Lamentar la intervención de Francia en todo lo que se refiere al Sahara occidental. 3) Poner de manifiesto que la responsabilidad de la Asociación de Amigos del Sahara compete por sus estatutos exclusivamente, como en toda asociación cultural o política, a su junta directiva, por lo que siendo de por sí injusta la expulsión de un ciudadano de un país democrático por considerarlo solidario con la causa del pueblo saharahui, es doblemente grave que se le achaquen su pertenencia a una asociación en la que están inscritas otras 2.500 personas y que no realiza actividad alguna en suelo francés.

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