Debate sobre eurocomunismo en la República Federal de Alemania
Las próximas elecciones del Parlamento Europeo, el nuevo clima social y político tras el «caso Schleyer» y la posibilidad de un período de inquietud laboral en la República Federal de Alemania, junto con las tensiones internas de los partidos mayoritarios, parecen ser factores clave en una nueva actitud de la RFA frente al eurocomunismo. Tras una serie de conferencias pronunciadas en una universidad popular, adscritas al Ayuntamiento de Colonia, representantes de los partidos comunistas de Italia, Francia y España han vuelto a reaparecer para explicar de nuevo en qué consiste su planteamiento político-social. Entre las conferencias de Manuel Azcárate, en Colonia, y de Ramón Tamames, en Francfort, no ha mediado ni una semana. Ambos establecieron contactos con personalidades socialdemócratas, aunque los cuadros dirigentes del SPD han quitado carácter oficial a los mismos.Según el diario conservador Die Welt, «más de un centenar de empresarios alemanes y managers sacrificaron dos días enteros para clarificar su criterio sobre el eurocomunismo». Sin embargo, este sacrificio al que alude el periódico de Axel Springer, más la «matrícula» de mil marcos (unas 37.000 pesetas) para asistir al curso acelerado, tenía un claro matiz de urgencia.
La RFA necesita ahora «redescubrir el concepto de socialismo, desdibujado por una impresión popular negativa. Por esta razón no se capta en este país la importancia del eurocomunismo». Esta observación no procede de ninguno de los tres conferenciantes, sino de Jochen Steffen,jefe de la Socialdemocracia de Kiel y exponente de la izquierda de su partido. Su nombre se asocia insistentemente a una posible formación a la izquierda del SPI) de Brandt y Schmidt. «El eurocomunismo -ha dicho también- tiene como objetivo eliminar la contradicción entre la producción social y la propiedad privada». Otra figura desfasada del curso, el ex ministro y actual vicepresidente de la fracción del SPD en el Parlamento, Hoist Ehinke, que pasa por el «observador cualificado» del eurocomunismo por encargo de la socialdemocracia alemana, ha dicho que «me niego a suscribir la tesis de una imposible evolución real de estos partidos», a ludiendo a su discutida vinculación o distanciamiento respecto de Moscú.
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