La derecha francesa busca su unión para las legislativas de 1978
Jacques Chirac, presidente del RPR (Unión por la República), el partido más numeroso de la mayoría gubernamental, solicitó ayer y obtuvo rápidamente una entrevista, para el miércoles próximo, con el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing.Está «cumbre» entre los «hermanos enemigos» de la derecha gobernante constituye un acontecimiento político que revelaría, primero, las dificultades internas de la mayoría; segundo, el temor de esta última de perder los comicios legislativos de marzo de 1978, a pesar de la crisis de la Unión de a Izquierda.
«Quienes se equivoquen de adversario serán criminales e irresponsables», advertía el señor Chirac la semana última, en un mitin celebrado en la ciudad de Colmar. Nadie, entonces, se atrevió a pensar que el alcalde de París se dirigía directamente al presidente de la República, pero sí a quienes son sus más fieles seguidores, es decir, a los giscardianos del Partido Republicano (PR) y a los centristas. El RPR y su presidente, a través de una lucha intermitente, más o menos visible, es la diaria contra la que, a largo plazo, apunta la estrategia del presidente de la República.
Este tema, el de la división de la mayoría, parece ser que, en opinión del señor Chirac, adquiere dimensiones graves a la vista de las posibilidades de victoria de la Unión de la Izquierda, en las próximas legislativas.
Los sondeos de la opinión pública, por otro lado, aportan lo mismo repetidamente. El señor Chirac estima, por otra parte, que los esfuerzos de enderezamiento económico del primer ministro, Raymond Barre, no son con cluyentes y que los franceses se manifiestan insensibles.
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