La lucha antinuclear, primer objetivo de los ecologistas
La polémica nuclear que el centro del Congreso Mundial que, durante tres días, reunió en Bruselas a representantes de movimientos ecologistas de quince países, organizado por la sección belga Les Amis de la Terre. Los participantes acordaron perfeccionar su cooperación para oponerse al desarrollo de la energía nuclear y presentar alternativas energéticas al átomo.
En calidad de observadores participó una delegación española de la Federación del Movimiento Ecologista, que agrupa a más de sesenta organizaciones defensoras del medio ambiente en todo el conjunto del Estado español. Se decidió formar próximamente una delegación española de Los Amigos de la Tierra, creada en Estados Unidos en los años sesenta para la defensa del medio ambiente.Por parte española se presentó un informe sobre la situación del sector nuclear en España y las previsiones del Gobierno. Se habló también de casos concretos de deterioración ecológica, como la Sierra de Gredos, el Coto de Doñana y los problemas en las aglomeraciones urbanas.
En lo nuclear se citó el caso del centro de investigación de la Junta de Energía Nuclear, instalado en Soria, donde se desarrolla una política de reactores rápidos y de retratamiento de combustible irradiado capaces de llegar a la fabricación de la bomba átómica.
La delegación española informó que los movimientos ecologistas piden que se incluya en la nueva Constitución el derecho al respeto del medio ambiente.
La energía nuclear, inútil y peligrosa
Los ecologistas agrupados en la red internacional de Amigos de la Tierra consideran que la estrategia nuclear no es sólo un problema técnico y económico, sino también ecológico y social. « Está íntimamente ligado a la evolución política, en particular para el respeto de libertades individuales, la paz mundial y el desarrollo del Tercer Mundo», dice en su comunicado final del coloquio.«La energía nuclear es inútil y peligrosa», apuntan más adelante. Recuerdan la amenaza de accidentes catastróficos y el peligro de aumento de la proliferación mundial de armas nucleares.
Denuncian el «nacimiento de un estado nuclear- policial en la República Fede ral de Alernania, donde los manifestantes pacíficos a la energía nuclear son perseguidos, espiados, despedidos de sus empleos por medidas gubernamentales».
Lanzan un llamamiento de solidaridad internacional con los movimientos antinucleares alemanes, sin olvidar otros casos. En Australia el Gobierno quiere declarar ilegales las huelgas y acciones que se oponen a las exportaciones de urranio, base de la energía nuclear. En Nueva Zelanda el Gobierno ha legalizado las escuchas telefónicas. En Francia y otros países se comprueba una vigilancia es Techa de los antinucleares.
La alternativa de los Amigos de la Tierra al desarrollo de la energía nuclear -para la que piden su liquidación total- pasa por la aplicación de otras fuentes de energía. Sin demasiadas precisiones, afirman contar con un presupuesto concedido por la fundación Levinson, destinado a coordinar treinta grupos de investigación, oficiales, industriales y privados, que a través de todo el mundo trabajan sobre otras fuentes de energía nuclear.
Amigos de la Tierra participará indirectamente en el gran coloquio que organiza esta semana en Bruselas la Comisión de las Comunidades Europeas en torno a la energía nuclear.
Ecología y política
Los grupos ecologistas reunidos en Amigos de la Tierra se defienden de ser partidos políticos. Dejan, sin embargo, la iniciativa a cada federación nacional para definir su estrategia. «No hay oposición para que se formen partidos políticos ecológicos y acudan a las elecciones con el único fin de defender el medio ambiente», declaró el delegado francés.Nadie olvida que , probablemente, serán precisamente los ecologistas los que, en la segunda ronda, inclinarán la victoria hacia la derecha o hacia la izquierda, en las próximas elecciones legislativas francesas de marzo de 1978.« No excluimos la posibilidad de participar en las elecciones municipales», declararon a EL PAIS los miembros de la delegación española. También se anuncia la eventualidad de un Grupo Ecologista Europeo que, a ejemplo de los grupos políticos ideológicos, acudiría unido a la primera elección directa del Parlamento Europeo, prevista para la primavera u otoño de 1978 entre los «nueve» Estados del Mercado Común.
Nuevas vías, al margen de los partidos clásicos
Los ecologistas, criticados de izquierdistas por la derecha y de reaccionarios por la izquierda, entienden que deben marcar nuevas vías en la sociedad actual, al margen de las formaciones políticas clásicas.Los medios políticos y, sobre todo, económicos, califican en Europa los movimientos ecologistas antinucleares como «instrumentos manejados por intereses muy concretos». Se refieren, en claro, a la Unión Soviética, que sería la principal beneficiaria de un freno al desarrollo del átomo en la sociedad capitalista. Sobre todo porque los soviéticos no deben enfrentarse a movimientos de oposición pública en su carrera atómica.
A falta de un control internacional, capaz de limitar o eliminar, como pretenden los ecologistas, la energía nuclear, quizá se camina hacia un suicidio, colectivo, anunciado por gentes criticadas de apocalipticas en algunos países y perseguidos como peligrosos criminales en otros.
Además del nuclear, los Amigos de la Tierra trataron del problema de la exterminación de las ballenas, al que dedicarán una nueva reunión dentro de unas semanas en Tokio.
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