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El «caso Croissant»

«Klaus Croissant ha sido juzgado de mala manera y entregado precipitadamente por la noche. Presunto culpable de un delito menor, se le ha entregado en un helicóptero a aquellos que lo reclamaban. Las buenas relaciones entre Francia y Alemania Federal, o al menos entre los que gobiernan, se han salvado...Todo entra, pues, dentro del orden. Pero ¿a qué precio? Francia se ha proclamado y se proclama todavía, en su Constitución, tierra de asilo de los exilados políticos...

El peso de la policía ha sido más fuerte que el de la justicia. Sin embargo, en este caso, los magistrados son los que han decidido, y zanjado, el problema sobre un dossier confuso, en el cual las presunciones reemplazaban a los hechos.

De ahora en adelante, después de la extraña decisión del tribunal, ningún refugiado político podrá, sentirse en relativa seguridad en el territorio francés.

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18 noviembre

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