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Duras críticas de Santiago Carillo a los sindicatos norteamericanos

Bajo las críticas del minúsculo y estalinista Partido Comunista norteamericano (PCN), y entre las protestas y abucheos de una treintena de huelguistas, el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, inició ayer su estancia en la Universidad de Vale, con una conferencia de prensa que versó esencialmente sobre temas como la naturaleza del eurocomunismo y la situación política española.

Carrillo, el primer líder eurocomunista que visita Estados Unidos desde la segunda guerra mundial, fue invitado a la Universidad de Yate con una beca Chupd, dotada con 2.000 dólares. Otras personalidades que tuvieron esta beca en años anteriores fueron el ex presidente Gerald Ford el primer ministro portugués, Mario Soares, y el premier británico, Edward Heath.

Abucheo de huelguistas

Desde hace varios meses, los trabajadores no docentes de la Universidad de Yate mantienen una huelga por motivos económicos, que fue apoyada parcialmente por los profesores. Ayer, un grupo de huelguistas, afiliados en su mayoría a la central conservadora y anticomunista AFL-CIO, formó un piquete en la puerta del edificio universitario donde se aloja Santiago Carrillo, y exhibió pancartas que le tachaban de «esquirol» por no haber suspendido su visita a la Universidad como acto de solidaridad con la huelga, y abuchearon a los informadores que entraban en el edificio para asistir a la rueda de prensa.

El PCN, de nula influencia política y de marcado matiz estalinista, se sumó a estas críticas contra Carrillo, al decir que los comunistas debían estar siempre al lado de los trabajadores y respetar los piquetes de huelga. Cus Hall, secretario general del PCN, que no se entrevistará con Carrillo durante su estancia en Estados Unidos, había enviado un telegrama a Madrid avisando al secretario del PCE de las circunstancias de huelga en que se encontraban los trabajadores de Yate.

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«Me siento solidario con las reivindicaciones de los trabajadores», dijo Carrillo a los periodistas, para explicar después que "si hablo aquí es porque pienso que la huelga no se ha hecho para que yo pierda el derecho a la palabra, sobre todo cuando no es frecuente que personas como yo hablen en Norteamérica».

Sindicatos derechistas

Cuando se insistió en el tema de la huelga, Carrillo fue más rotundo y criticó duramente a los sindicatos norteamericanos. «En España se piensa que los sindicatos americanos están más a la derecha que la derecha española, y además nunca hicieron nada para ayudar a la causa de la democracia en España.» El secretario del Partido Comunista español añadió que los sindicatos españoles estuvieron contra la guerra de Vietnam y que «según mis noticias no sucedió lo mismo con los sindicatos de aquí». «En España -prosiguió Carrillo-, los sindicatos lucharon por,la libertad contra la dictadura fascista de Franco, y no podrían ahora comprender que otros obreros impidan hablar a un representante de los obreros españoles, y que se le niegue el derecho a la palabra en nombre de los derechos sindicales.»

Carrillo, que se autodefinió como un representante de los trabajadores de un país que sale de una dictadura de cuarenta años y por otro lado como un representante de un partido eurocomunista, dijo que era para él un acontecimiento el poder hablar en una Universidad tan prestigiosa como la de Yale, y que su presencia allí «significa que el ejercicio de los derechos humanos está extendiéndose y que diversas voces pueden ser escuchadas».

Para Carrillo. el proceso de construcción de la democracia en España sería algo equivalente a la revolución norteamericana, ya que en los pactos de la Moneloa se incluyen libertades que en España no existieron en los últimos cuarenta años, y que en Norteamérica se disfrutaban desde hace ya mucho tiempo.

Interés común con Yugoslavia

Habló-también Santiago Carrillo del incidente de Moscú, y dijo que existen «diferencias reales y profundas entre su partido y la dirección del Partido Comunista soviético. Respecto a su reciente visita a Yugoslavia dijo que le interesaba la línea de no alineamiento e independencia de los comunistas de este país, que coincide con su forma de pensar.

Después de definir a Líster como un «simple soldado» que no representa nada hoy en España y que perdió totalmente su imagen al hacer una política «con sus raíces fuera de los intereses del país», Carrillo aseguró que existe una total unidad en la dirección de su partido respecto a la línea eurocomunista.

Las bases pueden seguir, por ahora

El líder comunista español insistió en que su partido no pretende modificar el equilibrio estratégico mundial y dijo que los comunistas españoles están dispuestos a admitir que haya bases norteamericanas en España hasta que se llegue a un acuerdo para que desaparezcan todas las bases militares en Europa, incluido la Europa del este.

Preguntado por las diferencias del eurocomunismo y el socialismo, Carrillo dijo que no son fundamentales siempre que los socialistas lo sean de verdad, porque «muchos se lo llaman, pero pocos lo son». Respecto a la posibilidad de una unión táctica con el PSOE, el líder comunista afirmó que la unidad de la izquierda está inserta hoy en España en una unidad más amplia de todas las fuerzas parlamentarias, porque se vive una situación de emergencia similar a la que se vio en Europa tras la derrota de los fascismos en 1945. Cuando la democracia esté consolidada, dijo Carrillo, podrá pensarse en la unidad de la izquierda que incluya al PC, al PSOE y a otras fuerzas progresistas.

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