Los liberailes alemanes giran hacia posiciones más conservadoras
El Partido Liberal de la República Federal de Alemania (FDP) ha concluido su congreso de Kiel con un giro inconfundible hacia posiciones más conservadoras. Los liberales aceptan la construcción de nuevas centrales nucleares y el uso de armas por la policía, disparo incluido, «en caso de necesidad».
El panorama político alemán se complementa con lo que ya parece seguro, la candidatura del ultraconservador Alfred Dregger, como rival de Helmut Kohl con vistas a la Cancillería, por parte de la Democracia Cristiana (CDU), y con un nuevo llamamiento de Helmut Schmidt en favor de una «cooperación de todos los partidos, no sólo en la lucha contra el terrorismo». En pocas palabras, en la RFA se perfila cada vez con mayor nitidez una nueva gran coalición de signo más cerrado aún que la de 1966.Según los liberales, en cinco o seis meses podrá cumplirse la única condición que imponen para que se haga efectivo su respaldo a la construcción de nuevas centrales atómicas: que sendos estudios garanticen las condiciones geológicas y ecológicas de los lugares en que vayan a ir emplazadas tales centrales.
En cuanto al llamado «tiro mortal». de la policía, los jóvenes demócratas califican la decisión de su partido como contraria al espíritu liberal y altamente peligrosa. Dos días antes del congreso no se sospechaba siquiera que este tema fuese a plantearse. Según otra diputada -la izquierda de los liberales cuenta con un gran peso femenino- esta medida significará una ruptura de la unidad liberal.
La unidad socialdemócrata, de cara al congreso de este partido el 15 de noviembre, tampoco parece garantizada. El canciller Schmidt, exponente de la derecha socialdemócrata, ha dicho que los acuerdos que se adopten en Hamburgo, a mediados de mes, no son para él vinculantes. Precisamente los temas de la energía nuclear y de la lucha contra el terrorismo son los dos motivos más claros de tensión interna dentro del socialismo democrático de la RFA.
En cuanto a Dregger, portavoz de la fracción democristiana en el Parlamento para cuestiones de política interior y exponente ultraderechista de su partido, ha dado a entender que competirá con su jefe, Kohl el primer puesto en el CDU. Lo ha dicho poco antes de salir hacia Suráfrica y Rodesia en viaje oficial. Un viaje al Africa racista, la admisión del «tiro mortal» (en Alemania no existe la pena capital) y la desconsideración cada vez más evidente de posturas y decisiones anteriores en materia de energía atómica, parecen fijar el futuro de este país a nivel de Gobierno y Oposición.
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