El derecho a la vida
La muerte de una niña, como consecuencia de la negativa de sus familiares a aplicarle una transfusión de sangre, por ser Testigos de Jehová, ha sobrecogido a la opinión pública y ha dado origen a un editorial de EL PAIS, en defensa de los límites de la libertad religiosa. ¿Puede dejarse -se preguntaba- a la libre opción de los ciudadanos el decidir sobre la vida o la muerte de terceras personas? Y respondía: «La libertad no puede estar en contradicción con el derecho aún más primario por defender un bien jurídico anterior y más entitativo como lo es el de la vida humana."Suscribo íntegramente este razonamiento que, como es obvio, debe aplicarse también a la libertad civil, como parecía apuntar el editorial. Ante el aborto, la eutanasia o la tortura, ni la Administración ni la judicatura, ni los servicios médicos pueden cruzarse de brazos «como si no se tratara de un mal jurídico y moral en sí: una vida cuyo destino deciden terceras personas». Evidentemente, en la futura Constitución española debería constar «la protección de un bien tan precioso como la vida humana».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.