El Gobierno no acepta adhesiones parciales de España al Mercado Común
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, comunicó ayer a sus interlocutores de la Comunidad Económica Europea (CEE) que España no acepta una negociación dilatoria y por sectores con los organismos comunitarios. «España quiere avanzar globalmente», manifestó el señor Suárez, quien en sus entrevistas con los comunitarios celebradas ayer en Bruselas mantuvo una posición firme contra las ideas que circulan en la CEE favorables a una integración de segundo orden en el Tratado de Roma.
El señor Suárez llegó ayer a Bruselas, procedente de Bonn, donde había mantenido un desayuno de trabajo con el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans Dietrich Genscher.Al poco de llegar a la capital belga, donde fue recibido por su colega Leo Tindemans, así como por el ministro de Asuntos Exteriores, Henry Simonet, que ocupa la presidencia del Consejo de Ministros de los nueve, el señor Suárez fue recibido en el palacio Real por el rey Balduino. La audiencia, por espacio de una hora y diez minutos, se extendió más de lo previsto y en ella se abordó, además de la situación política y económica española, la próxima visita de los Monarcas españoles a Bélgica.
La reunión con la Comisión Europea se prolongó por espacio de cuatro horas y en ella se trató a fondo el problema de la incorporación española a la Comunidad Económica Europea. Se sabe que la postura del señor Suárez ha sido de gran firmeza ante posibles soluciones intermedias o dilatorias.
En este sentido se opina que el viaje ha sido útil y clarificador y, aunque lo cierto es que ni España ni el Mercado Común tienen ideas claras sobre cómo abordar los escollos concretos de la negociación, se ha registrado un primer paso, importante, que pone sobre la mesa, de forma inequívoca, la pretensión española de adhesión global, definitiva y sin condicionamientos. Otra cosa distinta es que se acepte o que se superen las dificultades económicas.
Los comunitarios han sugerido al señor Suárez el nombramiento de un ministro o secretario de Estado que lleve el peso de las negociaciones. En este sentido puede añadirse que fuentes de Presidencia señalaron a EL PAIS hace varias semanas la posible creación de una secretaría de Estado, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, encargada de este tema. Este podría ser uno de los aspectos de la remodelación gubernamental a la que el propio Suárez se refirió el jueves en Bonn.
La jornada de ayer concluyó con una cena ofrecida por el primer ministro de Bélgica, Leo Tindemans, a su colega español. En su alocución a la hora de los brindis, Tindemans puso de manifiesto su admiración por Suárez y don Juan Carlos, y subrayó que España, tras varios años de aislamiento de Europa, pertenece ahora políticamente al continente; «y pertenecerá mañana institucionalmente, sin duda, al convertirse en miembro de pleno derecho de las Comunidades Europeas», subrayó.
Respecto a posibles contactos con personalidades de la OTAN, el embajador español en Bruselas insistió ayer en que no estaban previstos por parte del presidente Suárez. La delegación española regresa a mediodía de hoy a Madrid.
Página 9
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.