Carta abierta ecologista al presidente del Gobierno
El grado de contaminación y deterioro del medio urbano y rural, han provocado la concienciación de numerosos ciudadanos que anteponen el consumir mejor al consumir más. Reflejo de esta nueva actitud es el insospechado incremento de publicaciones que tratan de enfocar el tema.En está línea, el libro de Juan Capdevila, Carta abierta al presidente del Gobierno, ministros, diputados y senadores, puede y debe provocar una respuesta por parte de nuestros dirigentes a esas veinticinco preguntas sobre nuestro futuro que plantea el autor. Desde «¿Cuándo frenaremos el derroche de energía y materias primas al que estamos abocados?» a «¿Cuándo llegaremos entre todos a engendrar un país habitado por seres humanos que valoren los aspectos cualitativos de las cosas, que conserven a ultranza una naturaleza que sólo usufructúan y que posean el suficiente sentido crítico para no dejarse, manipular por nadie?. ¿o hay que resignarse a admitir que todo esto es precisamente lo que no desea ningún hombre político ni a la derecha ni a la izquierda?". Capdevila establece en su libro, recién publicado por la editorial « La Gaya Ciencia». una serie de interrogantes sobre nuestro futuro cuya respuesta es urgente.
«Si no contestan", nos dice Capdevila, «las preguntas deberían servirles al menos para que hagan un examen de conciencia».
«El libro es una carta abierta que ha sido enviada a los seiscientos diputados, senadores y miembros del Gobierno. Mi intención, más que descubrir nuevos problemas, ha sido la de concentrar y sintetizar los conocídos.»
En su carta abierta, Capdevila no se limita a plantear situaciones concretas que hay que corregir sino en insistir en la necesidad de modificar las causas que han conducido a dichas situaciones. Para él «es necesario cambiar de mentalidad en cuanto a los objetivos. Poco írnporta quien nos gobierne sí ello no implica un cambio en las directrices de nuestra sociedad».
Cuestiones tan inadvertidas por el ciudadano medio, y en ocasiones por el ciudadano dirigente, como la eliminación de los tranvías por los autobuses, y la posterior implantación de los carril-bus, medidas contradictorias y que, en definitiva, suponen un aumento del consurno de energía y de la polución atmosférica, son los puntos fuertes del libro de Capdevila. obligándonos a meditar seriamente sobre el sentido de nuestras actividades. cuva planificación brilla por su ausencia.
Cambiar la mentalidad de nuestra sociedad es una de las tareas primordiales para del en el que nos ha sumergido la política desarrollista de nuestros predecesores. « Es necesario demostrar -comenta Capdevilla- que más no es igual a mejor, que la calidad no surge automáticamente de la cantidad.
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