La izquierda reafirma su apoyo al "pacto de la Moncloa"

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Manuel Fraga insistió en la necesidad de que el Gobierno restablezca el orden público y la confianza del país, y se lamentó por la ausencia de las fuerzas sindicales y laborales en el pacto. Aceptó que, desde el punto de vista técnico, las medidas adoptadas son las adecuadas para salir de la crisis económica, pero, dijo, «yo hubiera preferido que se pusiera más énfasis en la defensa de la grande, pequeña y mediana empresa y que se dieran ánimos al empresario, presentado como el culpable de todo, cuando gracias a él progresó el país». Finalmente, Fraga afirmó que había que fijarse en «lo que hicieron los alemanes occidentales al final de la segunda guerra mundial y en lo que hicimos en España después de nuestra guerra».

SANTIAGO CARRILLO

Partido Comunista

"Se ha conseguido lo que se perseguía"

Santiago Carrillo, secretario general del PCE, estimó que se ha conseguido lo que se perseguía, en cuanto que los partidos pueden encontrar en los acuerdos parte de su programa, aun con las concesiones necesarias. Dijo después que la situación económica es más crítica de lo que mucha gente piensa, pero que también lo es la situación política, porque nunca es fácil el tránsito a la democracia, y menos en medio de la actual crisis económica.

Se mostró de acuerdo en que existen sectores interesados en forzar la crisis económica para influir en la política, y citó como ejemplo la empresa Babcock Wilcox, donde -dijo- hay familias con mucho dinero que están dejando caer la empresa.

Sobre la salvaguarda del principio de reparto equitativo de las cargas sociales, afirmó que se ha dado un paso sin precedentes, y para apoyar esto citó el ejemplo -de Inglaterra, donde con un Gobierno socialista crecieron los salarios en un 10 %, y los precios un 20 %, mientras aquí se han establecido porcentajes iguales.

Respecto a si los empresarios podrán responder a las necesidades del pacto, admitió que hay empresas, especialmente pequeñas y medianas, con serios problemas, que se tratan de superar, pero advirtió que «hay gente con mucho dinero que no invierte por razones políticas». Calificó esto de falta de patriotismo, «precisamente de quienes durante cuarenta años se presentaron como monopolizadores del patriotismo».

Mostró después su confianza en que los trabajadores apoyarán el cumplimiento de los pactos, «porque la clase obrera es más responsable de lo que muchos creen», así como en el comportamiento de las centrales sindicales, especialmente CCOO y UGT.

Sobre el orden público, se mostró favorable a aislar socialmente «a los terroristas y contrario a emplear medios como los hombres de Harrelson, «porque el Estado se vuelve terrorista él mismo en cuanto se emplean esos medios».

Por último, mostró su confianza en que las medidas serán efectivas, y señaló como tarea importante infundir confianza a la sociedad, «labor en la que los medios de comunicación tienen un gran papel que hacer»

FELIPE GONZALEZ

Partido Sociabsta Obrero Español

«Seremos muy constructivos y muy exigentes»

«Está en juego el proceso de consolidación de la democracia, proceso -más difícil cuando se atraviesa un momento de crisis económica y política, porque se está viviendo el tránsito de la dictadura a la democracia», empezó diciendo Felipe González.

Afirmó después que el pacto tenía un primer punto positivo: el que por primera vez, desde 1974, se trata de dar una respuesta a la crisis económica, crisis -recalcó- que es heredada de la situación anterior.

Señaló después los objetivos que el Partido Socialista se había marcado en la nigociación,

1. Un esfuerzo democratizador de la estructura del Estado, la Seguridad Social y la empresa pública.

2. Que se reparta la crisis con ,equidad entre todos los sectores. En este punto explicó que el tope de los salarios tendría el correspondiente de los precios, y que los tantos por cientos fijados tanto para las rentas como, por ejemplo, para las pensiones no deben entenderse como absolutos, sino que las rentas o las pensiones menos favorecidas subirán por encima de esos topes y las más favorecidas lo harán por debajo. «Esto hay que decirlo -añadió- aun sabiendo que puede restar votos.»

3. Política crediticia que no sea tan rígida. En este momento se extendió en explicar la necesidad de mantener a las empresas y, en último extremo, hacer previsiones para contar con puestos de trabajo cuando el cierre de alguna sea inevitable.

Ante una pregunta sobre si habían cedido al aceptar el marco de la economía de mercado, repitió parte de su intervención en el último Pleno del Congreso para afirmar que los socialistas no estaban dispuestos a hacer la apología de ese sistema, pero que rechazaban la estatalización de la economía. «No queremos -dijo- sustituir al capitalista-patrón por el Estado-patrón», y afirmó que en los países del Este, donde se ha hecho, se ha perdido la libertad.

En cuanto al pacto político destacó que se habían conseguido importantes avances sobre el entendimiento de libertades básicas: asociación, reunión, prensa, así como sobre el entendimiento del orden público.

«La Oposición -dijo más adelante- no sólo no ha desaparecido tras el pacto, sino que cumplirá un papel muy peculiar y muy interesante. Nosotros, los socialistas, vamos a pasar a una Oposición muy constructiva -aseguró- y seremos muy exigentes para que el Gobierno cumpla lo pactado.»

LEOPOLDO CALVO-SOTELO

Unión de Centro Democrático

«Antes de un año comenzaremos a salir de la crisis»

El señor Calvo-Sotelo aludió a la diferente situación de Unión de Centro Democrático (UCD) respecto a los demás partidos ante las conversaciones de la Moncloa, convocadas a iniciativa del presidente del Gobierno y del partido. Tal convocatoria la consideró oportuna, aunque no estrictamente necesaria, y motivada por la situación excepcional del país, a la que hay que responder con los medios excepcionales que la construcción de un régimen nuevo -«sin romper radicalmente con el anterior», puntualizó- requiere.

Tanto la convocatoria como sobre todo el resultado feliz obtenido por los trabajos de la Moncloa «prestigian al nuevo régimen y a la nueva democracia». Sobre la calificación de los acuerdos económicos, el señor Calvo-Sotelo señaló que su carácter de centro-izquierda no lleva consigo una ubicación de UCD en esa posición, sino que apunta al producto de las cesiones mutuas realizadas por todos. los partidos con representación parlamentaria. Declaró que la Izquierda empieza en el socialismo y que UCD ha confirmado su posición de centro, sin hacer con cesiones fundamentales desde esa perspectiva. El señor Calvo-Sotelo expresó su criterio de que las fuerzas políticas firmantes de los acuerdos de la Moncloa, si no han renunciado, al menos sí han aplazado la lucha política, y que los próximos meses, junto a la salida de la crisis, contemplarán el debate sobre la Constitución. «Estamos, pues -dijo-, cerca de la consolidación de la democracia, y espero que se entienda así por lodios, y que sean capaces de realizar los sacrificios que se les piden.»