El Ministerio de Cultura justifica el secuestro de un libro
La ley de Prensa e Imprenta obliga al Ministerio de Cultura a aplicar un régimen administrativo a las ediciones de libros y de materia sonoro que es contrario a sus objetivos de promoción cultural, según se dice en una nota oficial publicada ayer por la Dirección Genera del Libro y Bibliotecas, tras el se cuestro de Yo no creo en la clase obrera, de Francisco García Salve cuya edición fue retirada de la circulación el pasado viernes por un supuesto delito de desacato.La nota señala que «la modificación del sistema vigente, aplicado con la mayor lenidad posible por la Administración, exigiría 12 promulgación de una norma con rango de ley, y son las Cortes las que pueden propiciar y aprobar dicha modificación».
Mientras no exista esa nueva normativa, los funcionarios de Ministerio de Cultura «incurriran en responsabilidad legal y administrativa» si no denunciaran a juez competente hechos que pudieran ser constitutivos de delito cometidos por medio de impresos.
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