Las cesantías de los ministros

La reciente dimisión de uno de los muchos ministros de ese Gobierno, más numeroso que eficaz y acertado, da nueva actualidad al percibo de una tan crecida como indebida pensión por parte de todos los ex ministros, bastante más de un centenar hoy en día. La pensión no debe bajar de 300.000 pesetas anuales, más dos pagas extraordinarias, supongo. (Convendría que se hicieran públicas las cifras exactas que se pagan por este concepto y el número de privilegiados beneficiarios en la actualidad.) -Dada la gravísima crisis que España y el mundo atraviesan actualmente, crisis que mucho me temo que no haya hecho más que empezar y que es antes que nada una crisis social y política, parece obligado e incluso indispensable se suprima inmediatamente y por completo, de manera definitiva, el pago de dicha pensión, difícil de justificar y que beneficia a personas que no están en modo alguno necesitadas, no pocas de las cuales, además, son inmensamente ricas.

Ya sé que la medida propuesta no iba a resolver mucho la malísima situación de la economía española, pero supondría un ahorro no desdeñable y, sobre todo, sería una buena prueba de austeridad y del acierto que tantísimo necesita el Gobierno y que, al parecer, tan poco le preocupan.