Los negociadores vascos buscan una solución a la cuestión de Navarra
Las negociaciones para el régimen preautonómico de Euskadi han encontrado su piedra de toque en la cuestión de Navarra. Si en la próxima entrevista con el ministro Clavero Arévalo no se consigue una fórmula de compromiso, la negociación puede entrar en vía muerta, lo que a juicio de muchos, no hará otra cosa que dar nuevos bríos a la actividad extraparlamentaria. En el caso de que se alcance un acuerdo, el régimen transitorio vasco puede salir adelante este mismo mes. La falta de acuerdo en torno a la cuestión navarra impidió el pasado viernes un avance sustancial en la tercera entrevista mantenida entre los negociadores vascos y el ministro adjunto para las Regiones. Los vascos insistieron en mantener abiertas las puertas a la incorporación de Navarra, mientras que el ministro ponía de manifiesto su desacuerdo con el articulado del proyecto sin ofrecer a cambio ninguna solución concreta.
El punto muerto se superó al fin mediante un aplazamiento de las conversaciones, con el compromiso ministerial de elaborar su propio texto, a fin de discutir sobre bases concretas. Para redactar esta alternativa del Gobierno, el señor Cosculluela, que acompaña al ministro en las negociaciones, se reunirá esta semana, en Madrid, con los doce parlamentarios vascos que forman parte del comité negociador permanente.
En contra de lo que se ha dicho, los negociador es vascos no tratan de imponer el régimen preautonómico a Navarra, pero tampoco aceptan que! se cierre la puerta a su posible incorporación y exigen que se determine cuándo y cómo deben decidir los navarros esta cuestión.
En el caso de que sobre este punto se llegue a un acuerdo satisfactorio, los parlamentarios vascos estarían dispuestos a que se. aplacen hasta las elecciones municipales otros dos temas que el Gobierno no parece dispuesto a aceptar en esta fase: la convocatoria de juntas generales y la democratización de las diputaciones. El régimen transitorio se limitaría entonces a la instauración de un poder ejecutivo regional, con unas características similares a la Generalitat recién reestablecida. Eso sí, a cambio de estas limitaciones, los vascos quieren que se consiga la inclusión de Navarra si así lo quieren los navarros.
Una dificultad adicional, parece haberse estimado a las que de antemano entrañaban las negociaciones vascas: los sectores más conservadores se muestran opuestos a que en las actuales circunstancias, se conceda ningún tipo de autonomía al País Vasco. Los sucesos ocurridos el sábado en Guernica han jugado en contra de estas negociaciones.
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