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Comienza hoy el congreso del Partido Conservador británico

Juan Cruz

Hoy comienza en Blackpool, Inglaterra, la asamblea anual del Partido Conservador británico, el grupo más importante de la oposición parlamentaria. Aunque su líder, Margaret Thatcher, ha superado las divisiones entre quienes la apoyan a ella y los que consideran que Edward Heath jamás debió dejar el liderazgo, los tories padecen ahora una crisis aún más peligrosa. Se trata de la que surgió recientemente entre los sectores progresistas, por un lado, y de derechas del partido, por el otro, que mantienen puntos de vista diferentes sobre el tratamiento que la legislación sindical tendría bajo una Administración conservadora.En principio, el liderazgo conservador se opone a la sindicación obligatoria, en un solo sindicato, de los trabajadores de una determinada empresa. Frente a esa convicción, hay miembros del Partido Conservador que consideran que esa norma, que figura entre la legislación que los laboristas han implantado, debe ser mantenida. Margaret Thatcher presentó ayer una fórmula de compromiso entre ambas posiciones. Según esta fórmula, una Administración conservadora trataría de mejorar esa legislación introduciendo un articulado que favorezca a aquellos que, por razones de fuerza mayor -convicción religiosa, por ejemplo-, decidan que no deben afiliarse a un determinado sindicato.

La señora Thatcher espera que esta sea una conferencia preelectoral. Contribuye a ello la reciente deserción de Reginal Prentice, parlamentario laborista y antiguo ministro de los Gabinetes Wilson y Callaghan, que ahora se ha pasado a las filas conservadoras.

Prentice, un «moderado» que se llamaba a sí mismo socialdemócrata, había sido rechazado por el ejecut.ivo laborista de » su circunscripción electoral como candidato para las próximas elecciones. Antes de quedarse en el desierto político, el ex ministro de Educación y Desarrollo Exterior de sucesivos Gobiernos laboristas ha dicho, que está dispuesto a figurar como titular de cualquier departamento en una futura Administración de Margaret Thatcher, « cuya victoria en unas elecciones inmediata! salvaría al país del extremismo laborista».

La líder conservadora, le ha dado la bienvenida -al desertor laborista. El domingo, Reg Prentice explicó que se ha ido del laborismo porque este grupo está cada día más dominado por marxistas. Los laboristas que se quedan y que figuran a la izquierda de quienes mandan en el bobierno actual piensan que lo que ahora dice Reg Prentice es simplemente una justificación de su «traición política». Nadie puede decir en este país que Callaghan, David Owen o Shirley Willianis son capaces de compartir un Gabinete como el que ha descrito Prentice.

Un parlamentario de izquierdas Neil Kinnock, resumió ayer lo que se piensa en este país del abandono de Prentice: «Los únicos que han salido beneficiados han sido Ios liberales, que estaban aterrorizados con la perspectiva de que pidiera el ingreso en sus filas.»

La de Prenfice es la primera defección de un diputado británico mientras no se ha producido la disolución del Parlamento. Su acción deja al laborismo con cuatro escaños menos que el conjunto de los partidos de la oposición.

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