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La concesionaria de la autopista del Atlántico defiende el proyecto

La alternativa más defendida por los que se oponen a la autopista del Atlántico, consistente en dos carreteras tipo Redia y una línea de ferrocarril, exigiría una inversión de 49.000 millones de pesetas, según la concesionaria del controvertido proyecto, frente a los 25.700 millones de la autopista, en precios actuales. No se incluyen expropiaciones.

Al fin, Autopista del Atlántico, Concesionaria Española, SA (CESA), ha difundido un amplio informe, el mismo que ha enviado a la Asamblea de Parlamentarios, sobre un tema que divide a la opinión pública gallega. Ciertamente, hasta hoy, los grupos que se oponen a la autopista en construcción han llevado la iniciativa. A favor del proyecto ha habido pocos pronunciamientos: Partido Comunista de Galicia, Partido Popular Galego, Unión de Centro Democrático, algunos ayuntamientos y varias cámaras de comercio y de la propiedad urbana.El informe justifica la autopista de peaje por la necesidad del Estado de invertir en otras obras de infraestructura y alude a la obligación que tiene la concesionaria de destinar el 50% de las reservas que se creen a partir del momento en que haya amortizado en su totalidad los recursos ajenos, y en cualquier caso de las reservas creadas durante los últimos cinco años del período concesional, a las actuaciones que la Administración determine en la mejora y ampliación de la red viaria, infraestructura turística, conservación de la naturaleza y paisajes gallegos.

A la hora de proponer soluciones, la concesionaria se compromete a negociar con los afectados sobre reposición de servidumbres y reparcelación de propiedades, y apunta la conveniencia de reconsiderar las anchuras de las zonas de dominio, servidumbre y afección.

En opinión de la empresa, los perjuicios sociales que se producirían por los derribos necesarios para llevar a cabo la alternativa más completa serían superiores a los creados por la construcción de la autopista, solución que presenta como más ventajosa desde diversos puntos de vista.

En tanto ésta ocupará 1.500 hectáreas de superficie, y no 30.000 hectáreas como vienen manifestando los afectados, la solución conjunta de las dos carreteras Redia más el ferrocarril, ocuparía 2.100 hectáreas. Del total de terreno afectado por el proyecto en marcha, la concesionaria señala que más del 50% es monte, lo que también desmiente, dice, la versión que circula de que la autopista ocupa en su recorrido las mejores tierras de Galicia. Concretamente, se afectan 750 hectáreas de superficie cultivadas, que representa el 0,04% del total de pastos y otros cultivos en Galicia, cifra muy alejada del 40% que vienen manejando los afectados. Señala también que la autopista repondrá o creará unos cuatrocientos caminos.

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Otras alternativas

Al analizar otra de las alternativas que se han barajado, consistentes en la mejora o desdoblamiento de la carretera nacional La Coruña-Vigo, CESA manifiesta que de ese modo sólo se incrementaría ligeramente la capacidad de tráfico. Las posibilidades de servicio distarían mucho de los 26.000 vehículos día que se prevé circulen en el tramo Pontevedra-Vigo dentro de cinco años.Finalmente, la concesionaria alude a los perjuicios que supondría el abandono de la obra, paralizada en un tramo de dieciocho kilómetros hace cinco meses, y en construcción en otros 73 kilómetros, aunque con ciertas dificultades. Estima que la Administración tendría que abonar más de 12.000 millones de pesetas por el rescate de la concesión, y que además no dispondría de recursos para otras alternativas, y aun en el supuesto de que alguna de éstas se llevara a cabo, el dinero que se destinara a tal fin no podría emplearse en otras realizaciones.

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