Hay que protestar más

Días pasados, todos los directores de periódicos de Madrid (menos uno), y algunos presidentes de sus empresas, tomaron parte en una serie de exteriorizaciones colectivas de repulsa y protesta por un atentado contra un periódico. La manifestación callejera fue difundida ampliamente por sus propios periódicos y por otros medios de difusión, que se sintieron solidarios ante aquel estúpido atentado que fatalmente costó la vida de un hombre.Se ha producido, en Madrid, un atentado que por el fin, la forma y los medios merece todos los calificativos de inicuo, vil, frío, alevoso y cobarde. Iba dirigido contra un representante de las fuerzas de Orden Público, de uniforme, cuando se dirigía a su servicio y fue perpetrado cobardemente con frialdad, con añagaza y por la espalda.

Como española de filas, no entiendo de sutilezas, entiendo de valores. No me basta la condena en la prensa, condenas que ya he visto que en muchos casos son sectarias y arriman el ascua a la sardína de cada uno. Necesito una manifestación de mucha mayor entidad, de mucha mayor resonancia, de mucho mayor calor que la que celebraron la pasada semana.