El ministro de Industria anuncia precios realistas para la energía
El ministro español señor Oliart en una rueda de prensa ofrecida ayer a los corresponsales acreditados en París, trazó los grandes rasgos de lo que, será el plan de austeridad energético que va a proponer antes de un mes a las Cortes, basado en las directrices que se fijaron en la conferencia de la AIE.
España, advirtió, se ve obligada a importar el 70% de la energía que consume y esto va a suponer, al final del año en curso, 5.000 millones de dólares. A partir del plan en preparación, los españoles deben ahorrar, en los tres próximos años, el 17% del gasto referido. Esta disminución se conseguirá por tres sistemas diferentes: reduciendo el consumo doméstico y el público; bajando considerablemente el industrial y, por fin, desarrollando las energías de recambio: la hidráulica, la carbonífera y la nuclear. Para 1982, ya funcionarán las nueve centrales nucleares proyectadas en España (tres ya lo hacen en estos momentos), con una producción total de 6.000 megawatios. Aludiendo a los problemas ecológicos, y políticos, consecuencia de la implantación de la energía nuclear .El ministro se mostró, esquemático: «Es un riesgo que hay que aceptar, como cada época de la civilización ha aceptado el suyo», considerando que los peligros nucleares son insignificantes al lado de la miseria humana» que representaba, en otros tiempos sin átomos, una media de vida para los hombres de 35 años, contra los setenta actuales».El señor Oliart se manifestó optimista respecto a la capacidad del pueblo español para hacer frente al problema vital en que va a convertirse el ahorro de energía: «Hay que acostumbrarse, dijo, y para empezar hay que practicar precios reales», lo que implicaría una subida de la energía en las semanas venideras.
Con vistas al desarrollo de energías no petrolíferas, nueve países de la AlE firmaron ayer en París nueve acuerdos; uno de ellos concierne a la construcción, en Almería, de dos plantas destinadas a la energía solar.
Conclusiones de la conferencia de la AlE
«La solución del problema de la energía, de aquí al año 1985, pone en juego el desarrollo del mundo industrializado, con todas las implicaciones políticas, sociales y económicas inherentes», declaró el ministro español.Esta nueva toma de conciencia, de la gravedad del problema energético, caracterizó los trabajos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), durante los dos últimos días, en la sede de la OCDE, a los que asistió el ministro español.
Los ministros de los diecinueve países occidentales que integran la AlE, creada en 1974, al estallar la crisis energética provocada por la subida del petróleo han lanzado un llamamiento solemne, casi dramático, al mundo industrializado: en contra de lo que algunos han creído, las reservas de petróleo son escasas y los sistemas de recambio eficaces (energía de los mares, fusión termonuclear, energía solar, energía interna de la tierra, etcétera) no estarán a punto en el momento necesario, es decir, el desarrollo de las sociedades industrializadas corre peligro de muerte de no tomar medidas inmediatas y drásticas. La más importante, presente, será la implantación de una nueva política de ahorro de petróleo.
Tope a las importaciones
El ahorro de energía caracteriza el plan de doce puntos elaborado por los diecinueve ministros de la AlE, destinado a orientar las políticas energéticas de cada país. De manera concreta, se fijó un tope para las importaciones de petróleo por parte de los países que integran la agencia: hasta 1985, estos países sólo podrán comprar veintiséis millones de barriles por día, contra los 33 millones que estaban previstos según cálculos, anteriores. En este mismo sentido; desde París, la AlE ha pedido a Estados Unidos que se lleve a cabo el plan Carter energético, ya que su éxito será determinante para el resto de los países importadorés; en efecto, sobre este particular baste saber que los americanos, en 1977, van a consumir más de novecientos millones de toneladas de petróleo, lo que representa un tercio del gasto mundial, y el 40 % de esta cantidad procede de los países de la OPEP (Organización de Países Productores y Exporta dores de Petróleo), dato que re vela la incidencia del despilfarro americano sobre Europa y Japón, que también se surtenen los pozos de la OPEP. El representante de la CEE (Comunidad Económica Europea), Guido Brunner, llamó la atención a los americanos, invitándoles a consumir menos, ya que de ello dependerá en gran parte el mercado mundial de petróleo y las políticas que se apliquen en el resto de los países occidentales para conseguir el objetivo de ahorro fijado para 1985.
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