Propuesta de una ley de Recursos Sociales

A primera hora de la noche del viernes se clausuraron en el salón de actos de la ciudad deportiva Amaya las III Jornadas Nacionales de Asistentes Sociales, que durante cinco días se han celebrado en Pamplona. Al acto de clausura asistieron la presidenta de la FEDAAS, Purificación Trigo; la presidenta de las Jornadas, Patrocinio Lasheras, así como el diputado del PSOE Julio García. En un extremo de la mesa de la presidencia figuró, durante la clausura, una ikurriña con un letrero de «amnistía».Al término de las jornadas de trabajo se hicieron públicas las conclusiones de las jornadas aprobadas por mayoría. Como primera medida, los asistentes sociales propondrán al Congreso de Diputados que se articule una ley que regule los recursos sociales y complemente los no legislados, como ya ocurre en otras legislaciones europeas. Igualmente, solicitarán al Parlamento que estudie y legisle la creación de los puestos de trabajo necesarios para dar respuesta a las necesidades existentes. Los asistentes sociales, que acordaron cambiar el nombre por el de trabajador social, denuncian ante la opinión pública que los organismos de la Administración que tienen departamentos de asistencia social están «ocupados por administrativos, por lo que deben ser asignados a profesionales de trabajo social».

Con respecto a la situación política, los asistentes sociales ayudarán con su trabajo a las organizaciones políticas en base a su compromiso en las pasadas elecciones. La denuncia más seria de las conclusiones, por otra parte, se dirigió contra la Administración y el centralismo, que permiten en algunas instituciones la falta de agilidad en el trámite de las prestaciones, además de ser una normativa rígida «que viene impuesta desde arriba, que no tiene en cuenta las necesidades reales y las peculiaridades de cada región, lo que se traduce en unas instituciones sumamente cristalizadas y estáticas».

Los asistentes sociales denuncian, igualmente, la dispersión y multiplicidad de servicios sociales, que aumenta la burocratización y disgregación de recursos ante una misma necesidad. Según los asistentes sociales, esta situación se podría abordar en base a una mayor coordinación y cohesión de los di ferentes servicios s ociales, para lo que exigen una mayor participación y ejecución en la acción social. «Denunciamos el actual sistema de seguridad social -dice una de las conclusiones-, por considerarlo antidemocrático y que su acción no está orientada a cubrir las necesidades reales de los afiliados, tanto en el aspecto sanitario como en el social. »