Oreja y Vance estudiaron los acuerdos bilaterales España-EEUU
El posible ingreso de España en la OTAN, la futura retiada de los submarinos nucleares norteamericanos de la base naval de Rota y la actual situación política española, habrían sido tres de los principales tems tratados por Marcelino Oreja y Cyrus Vance en la entrevista que mantuvieron ayer en Nueva York, según fuentes dignas de crédito.La reunión entre los jefes de la diplomacia española y, estadounidense tuvo por objeto copresidir el Consejo Hispano-Norteamericano, que debe reunirse dos veces al año, alternativamente en España y en Estados Unidos, según lo dispuesto en el Tratado de Amistad y Cooperación entre los dos países. A las conversaciones asistieron también el embajador de España ante la Casa Blanca, Juan José Rovira, el director general para América del Norte, señor Durán Loriga, el almirante Bulligas y el general Cortez.
En su reunión con los periodistas españoles acreditados en Nueva York, el señor Oreja enunció, de forma muy general, los temas que pensaba tratar con su colega norteamericano. Relaciones bilaterales, situación internacional, situación en el área del Mediterráneo y situación en el área del Atlántico, fueron los principales de estos grandes temas enumerados por de ministro, que no entró en mayores concreciones.
El señor Oreja declaró que no existen problemas en las relaciones bilaterales y que el tema de las exportaciones españolas a USA y las trabas arancelarias que se imponen a artículos como el calzado o las aceitunas de mesa, estaban en la actualidad bastante encauzados», a la vez que podía observarse un fortalecimilento de nuestras exportaciones al mercado estadounidense. El aspecto comercial no estuvo presente, pues, en las conversaciones entre Vance y el señor Oreja, que sí pasaron revisión a todos los comités creados por el Tratado de Amistad y Cooperación, desde el tecnológico hasta el cultural. Simultáneamente a la reunión de Nueva York se celebró en Madrid la del comité militar, con la presencia de los jefes de Estado mayor de los dos países, generales Galarza y Brown.
Dado que el secretario de Estado norteamericano visitó España antes de las elecciones generales del pasado junio, este es su primer contacto directo con el nuevo Gobierno, aunque el titular de la cartera de Exteriores sea el mismo. Lógicamente, el señor Oreja habrá expuesto a su colega norteamericano la actual situación política, después de la elección de unas Cortes democráticas y máxime cuando algunos partidos de la oposición son partidarios de que España modifique sus relaciones con Estados Unidos, se supriman las bases militares en nuestro territorio y se consulte al Parlamento antes de decidir sobre una posible incorporación a la OTAN.
Este último requisito de control parlamentario de tal decisión fue admitido por el señor Oreja en sus conversaciones con los informadores, en las que además criticó las opiniones de que tal ingreso en la Alianza supondría un importante gasto para España. El ingreso y sus condiciones habrá que negociarlo con la OTAN, una vez se haya decidido dar este paso y se haya recibido la invitación por decisión unánime de los miembros de la Alianza.
La postura de Washington a este respecto está suficientemente clara, y desde el Pentágono hasta el Departamento de Estado se ha apoyado la entrada de España en la OTAN. Desaparecido el régirnen anterior, que era el motivo de la oposición de algunos estados europeos, es previsible que la invitación a España se realice muy próximamente, quizá antes de que acabe el año.
La retirada de los submarinos nucleares norteamericanos de la base naval de Rota (Cádiz) está prevista para el día 1 de enero de 1979, según el Acuerdo complementario sobre facilidades del Tratado Hispano-Norteamericano. Sin embargo, dificultades en el programa de construcción de los submarinos Trident podría hacer que Washinton pidiera una ampliación de ese plazo por necesidades estratégicas. La idea original de los estrategas del Pentágono era sustituir los Poseidón de Rota por los nuevos Trideni que, dado el mayor alcance de sus misiles, podrían estacionarse en la costa atlántica de Estados Unidos. Pero si no se han construido suficientes submarinos del nuevo tipo, ni sería aconsejable esta retirada para la estrategia norteamericana, ni sería fácil encontrar otra base en una zona cercana.
La reunión del Comité Hispano -Norteamericano pone punto final a la estancia en Nueva York del señor Oreja, que regresará hoy sábado a Madrid. Durante su última jornada en las Naciones Un¡das, el canciller español continuó sus numerosos contactos con colegas extranjeros. Destacable fue la entrevista mantenida con el ministro chino de Asuntos Exteriores, Huang Hua, quien expresó el deseo de reforzar las relaciones entre los dos países.
El -ministro austríaco de Asuntos Exteriores comunicó al señor Oreja el interés de su Gobierno porque el Rey de España visite oficialmente Viena, y dijo que apoya el ingreso de nuestro país en el Consejo de Europa. Durante su entrevista con el canciller de Túnez no se trató el tema del Sahara occidental, según aseguró el ministro español, que dijo que la conversación había versado sobre Oriente Próximo, y el área mediterránea.
Con el ministro brasileño los temas a tratar fueron principalmente energéticos. Ni España ni Brasil han firmado el tratado de no proliferación nuclear, pese a las fuertes presiones de Washington para que lo hagan, y esto sitúa a ambos países en una situación relativamente semejante. El ministro brasileño visitará España en el primer trimestre del año próximo, según anunció el señor Oreja.
Libia, Argentina y Hungría fueron otros tres países con cuyos representantes mantuvo contactos el ministro español en su último día de asistencia a la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU. En total, Marcelino Oreja mantuvo más de dos docenas de entrevistas, buena prueba del interés creado por la nueva situación política española entre los países miembros de la ONU.
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