Indignación general por el asesinato de un capitán de la Policía Armada

La condena general y sin paliativos de todos los sectores políticos, constituye la primera reacción visible al asesinato perpetrado sobre las 7.20 de la mañana de ayer, en la persona del capitán de la Policía Armada Florencio Hergedas, que recibió un disparo de arma corta en la nuca, en la calle Camino de la Laguna, del barrio madrileño de Carabanchel.

Simultáneamente a las reacciones de condena e indignación, pudo advertirse una sensación de gran serenidad entre los miembros de la Policía Armada y, a lo largo de la tarde, se desmintieron algunas informaciones que señalaban supuestas reuniones de oficiales del Cuerpo al conocer el asesinato del compañero.Los hechos se produjeron en las inmediaciones del domicilio de la víctima, cuando esperaba en la parada del autobús. Un joven se acercó al capitán Hergedas y le pidió que lo acompañase pretextando un grave accidente en las inmediaciones. El capitán, que vestía de uniforme, acompañó al joven, e instantes después sonó un disparo, y se encontró el cadáver del señor Hergedas que presentaba un impacto por arma de fuego en la cabeza.

Por el momento no se tiene noticias de detenciones, en relación con el hecho, ni seguridad sobre la personalidad de los autores del asesinato. Diversas llamadas a medios informativos se atribuyeron ayer el atentado en no ribre de los GRAPO y de otros dos grupos, absolutamente desconocidos hasta ahora: la Organización Revolucionaria de España Antifascista y el Partido para la Liberación de España.

Las únicas anormalidades externas que pudieron detectarse ayer se resumen en una manifestación de unas trescientas personas, la mayoría con camisa azul, que recorrieron, sobre las siete de la tarde, el paseo de la Castellana, pasando por Cibeles para desembocar en la Puerta del Sol. Los manifestantes daban gritos de «Ejército al poder», «Apala, asesino», «Se nota, se siente, Franco está presente».

La policía invitó a los manifestantes a disolverse, hacia las 8.45 de la noche, y una parte de los asistentes se encaminaron hacia la sede de Fuerza Nueva, después de que unas doscientas personas llegasen hasta la Puerta del Sol, donde guardaron tres minutos de silencio. La capilla ardiente quedó instalada ayer tarde en la Academia Especial de la Policía Armada donde, esta mañana, a las 10,30 el vicario general castrense, monseñor Benavent, oficiará un funeral. Desde allí el cadáver del capitán Hergedas será trasladado al cementerio de Carabanchel.

Cabe añadir -aunque no se ha podido precisar si la reunión tuvo relación directa con el suceso que sobre las ocho de la tarde, de ayer el presidente Suárez recibió en despacho al vicepresidente primero para Asuntos de la Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado.

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