Amenazas y suspensión de una obra del TEI, en Córdoba

La representación por el TEI de Preludios para una fuga en el Círculo de la Amistad y Liceo Artístico y Literario de Córdoba, cuya presentación estaba previsto la hiciera Carlos Castilla del Pino, fue suspendida el domingo por acuerdo de la junta de gobierno de dicha institución reunida urgentemente con carácter extraordinario.

El sábado la función hubo de ser suspendida por el anuncio anónimo de haberse colocado una bomba en el atrezzo del grupo teatral. El domingo, en el diario local, con la noticia del aplazamiento, se insertó una nota de redacción donde se anunciaba las vinculaciones de dicha representación al Partido Comunista, lo que sirvió de reto y pretexto para la prohibición. El TEI, que sufrió amenazas e insultos en las dependencias del Círculo por jóvenes con pegatinas de Fuerza Nueva, tras lamentar que «los locales para la representación del teatro esten en manos de una oligarquía que arbitra la censura a su antojo», anunció su próximo regreso a la ciudad, donde va a recibir el desagravio de todas las fuerzas democráticas, culturales y políticas que aspiran a la libre expresión del arte.

Acción caciquil

El secretario de la junta del Liceo, el letrado señor Mil Jordano, de convicciones liberales, presentó la dimisión irrevocable por la acción caciquil. Algunos portavoces del Liceo atribuyen la decisión adoptada a lo que entienden fue una manipulación por parte del PCE sobre la representación cultural; se ha podido saber que un miembro de la junta ha pedido se abra un expediente, que identifique al grupo de jóvenes socios que amenazó e insultó a los miembros del TEI y se proceda a la expulsión inmediata de la sociedad.No obstante la suspensión, el TEI ha sido retribuido en el importe de su contrato y gastos de estancia, aproximadamente 185.000 pesetas.

Ignacio Gallego, diputado del PCE por Córdoba, a cuyo homenaje personal se celebraba el acto, por haber recibido en las pasadas elecciones el mayor porcentaje de votos comunistas de toda España, y Joaquín Martínez Bjorkman, senador por el PSOE y cuarto secretario de la mesa, han manifestado a EL PAIS la necesidad inaplazable de que «se devuelva al pueblo de una vez por todas, el arbitrio y la decisión de la cultura».