Los Reyes regresan hoy a Madrid

ENVIADO ESPECIAL, El viaje de los Reyes de España por seis países latinoamericanos, que ayer finalizó en Panamá, puede considerarse, sin retórica, un éxito, al menos por lo que se refiere al planteamiento propio de una visita de Estado como la realizada por don Juan Carlos. El Rey ha expuesto ante los responsables de los seis países visitados (Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica v Panamá) la nueva política española con respecto a Latinoamérica, que se basará sobre todo en presupuestos realistas, desprovistos de lirismo y de retórica.

Desde este punto de vista, meramente expositivo. debe considerarse positiva la presencia de los Reyes en esta parte del continente americano. El éxito práctico, concreto, de la presencia real aquí habrá de valorarse en el futuro, cuando cuaje el espíritu de la nueva relación entre España y Latinoamérica anunciada aquí por don Juan Carlos.La última etapa del viaje real cumplida en Panamá, ha dado lugar al establecimiento del día 12 de octubre como la fecha conmemorativa de la Comunidad Iberoamericana de Naciones que en el futuro será considerada corrió festiva en este país.

El Rey ha aprovechado su estancia aquí para mostrar su satisfacción por la firma del tratado sobre el canal de Panamá y ha deseado que «tanto el presidente Carter como el general Torrijos encuentren en sus respectivos pueblos el respaldo que es necesario para la ratificación de este nuevo tratado».

En el terreno de los acuerdos concretos, la presencia del Rey y de su séquito en Panamá no ha ofrecido grandes novedades. El comunicado conjunto es tan declarativo como los anteriores, y tan sólo se incide en el aspecto de la cooperación en materia de formación profesional, empresa en la que ya España estaba implicada desde hace años con Panamá.

Al finalizar el viaje de don Juan Carlos y doña Sofía por esta parte del continente americano se impone un resumen sobre el planteamiento de objetivos que el viaje real suponía y sobre la concreción de dichas intenciones. Sin duda alguna. la expresión más clara de esos planteamientos la hizo el Rey ante el Congreso de Venezuela, en un discurso de mucha trascendencia política. La Cámara venezolana goza de una fama bien ganada de poco dada a los aplausos y a las demostraciones de entusiasmo y si cumplió con su aureola al recibir a don Juan Carlos, rompió sus propios moldes tras escuchar las palabras del joven Monarca español, al finalizar su discurso, largamente aplaudido por diputados y senadores venezolanos.

Por primera vez se pronunciaban palabras realistas sobre el hecho de la Comunidad entre España e Iberoamérica, se reconocía el planteamiento erróneo de la política anterior y se contaban unas bases coherentes para la cooperación futura. Era como el final de los profesionales de la hispanidad y de la madre patria y el inicio de una más nueva y fructífera relación.

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