Crece la alarma entre empresarios y trabajadores vascos

Empresarios y trabajadores del País Vasco mantuvieron ayer reuniones por separado para analizar los problemas más acuciantes que gravitan sobre la economía vasca.La comisión permanente de la Confederación General de Empresarios, de Vizcaya denunció ayer «el grave y progresivo deterioro que gran número de empresas de la provincia están sufriendo e n sus estructuras financieras, lo cual, unido a las considerables tensiones que tanto en los costes de producción como en la insuficiencia de recursos inversores han venido afectando a las empresas durante los últimos meses, ha provocado una situación de falta de liquidez en un alto porcentaje de ellas, que abocan a la suspensión de pagos y al cierre de instalaciones, con las naturales repercusiones en la economía provincial».

La Confederación señala también su convencimiento de que el Gobierno es consciente de la situación, pero que todavía no ha adoptado ninguna medida oportuna para corregir la tendencia de este ciclo. Al mismo tiempo, la Confederación formula un llamamiento a todas las empresas, para que cada una exponga su problemática y sea posible conocer las exactas dimensiones de la crisis por la que atraviesa la economía vizcaína.

Finalmente, los empresarios fórmulan un llamamiento a todos los estamentos para que adquieran conciencia de su responsabilidad y de que sólo con la cooperación de todos ellos será posible salvar la crisis.

Los trabajadores de la empresa Babcok Wilcox han publicado un manifiesto dirigido a la opinión pública, en el que expresan la gravedad de su situación, al término de una asamblea en la que también se acordó exigir garantías de que serán abonados los salarios y se mantendrá el puesto de trabajo de la plantilla al consejo de administración, que se reunirá mañana.

En, el comunicado, los trabajadores revelan algunos de los puntos debatidos en sus conversaciones con el director general de Industrias Siderometalúrgicas, del Ministerio de Industria, en torno al futuro de la empresa. Según los traba adores, el Ministerio conoce perfectamente la situación y apoya las decisiones adoptadas por la dirección, en el sentido de vender el sector más rentable, de la empresa, operación casi concluida, en la que no se garantizan los puestos de trabajo a la actual plantilla. Ello abocaría al desempleo a un buen número de trabajadores, lo que generaría un agravamiento de las tensiones sociales, que no harían sino complicar todavía más la grave situación general de Euskadi.

En cuanto a la posible absorción de la empresa por el INl, los trabajadores señalan que sólo hay disposición a considerar tal posibilidad en las esferas gubernamentales en caso de quiebra, con la salvedad de que el actual Gabinete es contrario a las nacionalizaciones.

Por otra parte -continúan los trabajadores-, el Ministerio de Trabajo carece de fondos, ya que sólo ha recibido cien millones de pesetas de los 3.000 millones de dotación presupuestaria asignados para 1977. Este mismo departamento desaconseja a las empresas que acudan a los expedientes de regulación de empleo, ya que la Administración no puede hacer frente a sus costos, pero tampoco aporta instrumentos para impedirlos.

Los trabajadores señalan, finalmente, su preocupación ante la crisis generalizada que atraviesa el país, que conduce al estancamiento económico, al aumento de precios y al desempleo.