Amigos de la URSS
Lo de los amigos de la URSS viene rondándome ya desde antes del verano. Yo siempre creí que el peligro de contagio URSS me vendría por Marcelino Camacho o por Paco Salve -que ha tenido un hermoso niño su señora-, pero resulta que me viene por las marquesas. Las que quieren ser ahora amigas de la URSS son algunas marquesas de esas que, según gusta de contar elocuentemente Torcuato Luca de Tena, dieron sus sortijas cuando la guerra para luchar contra la URSS. A lo mejor es que así piensan recuperar las sortijas.Lo cual que ayer me llega una carta de la junta promotora de la Asociación Cultural Hispano-Soviética, que es una cosa que suena rarísima. En principio, la carta está mal escrita.Con galicismos como es por ello que nos dirigimos a ti. Así que desde aquí y desde ya (otra cosa que tampoco puede decirse, pero que yo la digo) les aviso a mis amigos de la URSS contra esta asociación cultural que tan poca cultura puede aportarles.
Ahora que el Congreso Librero de Moscú monta el espectáculo retroestaliniano de una burda censura de libros, ahora que intelectuales de izquierda tan lúcidos como Juan Goytisolo están sometiendo a revisión el Gulag ideológico de la URSS, nuestra gente bien. nuestra jet-so-ciety, nuestra high-life, nuestra gran burguesía, nuestro gran mundo decide ser pro soviético y en todas las cenas te colocan al lado un escritor moscovita oficial, de barba, para que vayas estrechando lazos. El nuevo lema de la oligarquía española, querido Berlanga, es Siente un ruso a su mesa.
Porque lo de los pobres ya está pasado, sentar un pobre a la mesa ya no se lleva, entre otras cosas porque en España no quedan pobres (que ahora les llaman lumpem). Aparte de que con el pobre sólo ganabas el cielo, y con el ruso se ganan sustanciosas divisas, gracias a los acuerdos comerciales hispano-soviéticos, que por ahí va la cosa, y la coartada cultural, con su es por ello que, no es sino cobertura y celestinaje. como siempre, que ya me decía Raúl del Pozo hace muchos años que la cultura es la gran Celestina. Robert Greenfield, joven maestro del periodismo undeground americano (yo aprendo mucho de estos yanquis), biógrafo de los Rolling Siones, me contaba que Mick Jagger, la estrella de los Rolling, fue una vez a una manifestación pro Angela Davies, y cuando vio gente con la hoz y el martillo les dijo:
-¿De qué vais. tíos, si víctimas como Angela hay a cientos en Rusia? ¿Cuál es vuestro rollo? Jagger escribió una hermosísima canción en favor de la Davies. Y ahora los siquiatras del mundo han condenado el uso político que se hace de la siquiatría en la URSS, pero uno tiene que aguantar el que los delfines de nuestra oligocracia, la que financió a Franco contra el comunismo, le expliquen a uno que Rusia es un país muy hermoso y que en Moscú hace mucho sol. Todo porque les venden nueces a los rusos.
Por cierto, que Pitita, que está recién venida. de Marbella, me envía la revista Gourmets, donde nos citan a ambos, y por esta revista compruebo con alivio que nuestra oligarquía no pasa hambre. Menos mal. Me tenían en un grito, porque si encima de la neura pro soviética que les ha entrado, les pedimos que se aprieten el cinturón ese que se aprietan los albañiles, seguro que se nos hacen rojos total y con razón.
Ahora que van y quitan el Instituto de Cultura Hispánica, y hasta le dan puerta al primo del Rey, o sea, don Alfonso, resulta que cogen, agarran y se sacan lo de la Cultura Hispano-Soviética, que cuánta razón tiene don Ramón Hermosilla (un señor con nombre de calle) para poner el grito en el cielo del Valle de los Caídos. Me dicen los pro soviéticos en la carta que son cien personalidades culturales españolas, pero luego van entre los cien y escriben es por ello que, acentúan mutua y cometen otras tropelías estilísticas. Lo siento por la URSS, que rechazó con valentía a la División Azul, pero no sé cómo va a rechazar a esta división analfabeta. Y también azul.
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