Don Juan Carlos: "Nuestra política con Iberoamérica, se basará en la credibilidad exigente"

«Nuestra política en este continente dejará de ser declaración y lírica, y se atendrá a un principio de credibilidad exigente.» En esta frase, pronunciada ayer por el rey Juan Carlos en la sesión del Congreso venezolano, que presidió, se encierra toda la filosofía del nuevo tratamiento que el Estado español piensa dar a sus relaciones con los países latinoamericanos, y cuyas líneas maestras fueron anunciadas en el discurso de don Juan Carlos.

Era la segunda vez que el Rey español se presentaba ante un congreso republicano. Y si la acogida de los diputados y senadores venezolanos no fue tan calurosa como la que recibió por parte de los miembros del Congreso norteamericano, sí hubo un reconocimiento sincero de simpatía hacia don Juan Carlos y los conceptos vertidos en su discurso al finalizar la sesión. Algún diputado reconocía al término de la reunión del Congreso, que hacía tiempo que no se escuchaban aplausos tan calurosos en aquel salón de sesiones, que en todo momento estuvo expectante ante las palabras del Rey.El discurso de don Juan Carlos ante los diputados y senadores ha constituido, sin duda, el acto político de más relevancia de los previstos en el programa, de la visita real a Venezuela. El Rey ha marcado claramente los límites de la alternativa americana que España tiene, y que no supone en absoluto renuncia a la vocación europea de nuestro país, reafirmada expresamente por don Juan Carlos en su discurso ante el Congreso.

«España, histórica, social y culturalmente es ininteligible sin su vertiente americana", dijo el Rey.

La política de España con respecto a Iberoamérica (el Rey nunca empleó el término Hispanoamérica) se basará en cuatro principios.

Principio de interdependencia, por el que los diversos aspectos: el político, el económico, el cultural, y el de cooperación, se entrelazarán y coordinarán de tal forma que el refuerzo de uno automáticamente irá acompañado de una similar y simultánea potenciación de los demás.

- Principio de credibilidad exigente, para eliminar el enunciado de proyectos utópicos y demagógicos. «Los proyectos que en el futuro se anuncien -dijo el Rey- habrán sido sometidos previamente a un detenido proceso de verificación de su factibilidad en relación con el cuadro que en cada momento ofrezcan nuestras posibilidades.»

Principio de indiscriminación. Don Juan Carlos explicó este concepto sobre la base de dar a la doctrina Estrada la base interpretativa más amplia posible, «sin faltar por ello a las exigencias lógicas y éticas vinculadas al respeto de los derechos humanos, firmemente asentados en la tradición del pensamiento legalmente humanista que hemos compartido».

- Principio de comunidad. De acuerdo con este principio, y según las palabras del Rey, el Gobierno descartará «toda decisión o línea de acción que no pueda ser enmarcada en un cuadro general de concurrencia de los intereses compartidos por todas las Repúblicas iberoamericanas».

Esta parte del discurso de don Juan Carlos, que ocupó once folios, fue, sin duda, la que constituyó la médula de la intervención real.

Antes, don Juan Carlos había hecho algunos apuntes históricos sobre el establecimiento como nación de Venezuela.

El Rey también dedicó párrafos de su discurso al proceso político español «que ha estado funda mentalmente dirigido -según palabras de don Juan Carlos- a crear el marco en el que todas las fuerzas representativas del país pudieran aportar su esfuerzo conjunto a la vida de la sociedad española, bajo la institución monárquica».

No desaproveché, -el Rey la oportunidad de calificar favorablemente la gestión del Gobierno Suárez, que «ha dado pruebas abundantes de su voluntad de integrar las peculiaridades culturales y regionales que componen la nación española en un conjunto armónico de derechos, de reconocimiento y de. responsabilidades.

También dedicó don Juan Carlos un párrafo de su discurso a los derechos humanos. «Constituyen ellos -dijo- la clave del arco indispensable para comprender los propósitos que hoy animan a nuestro pueblo. La evolución que a grandes rasgos he descrito tiene como último, cimiento una profunda creencia en la, dignidad de la persona humana y en sus necesidades y derechos de libertad, justicia y paz. »

Entrevista con Carlos Andrés Pérez

En la noche del jueves al viernes, los Reyes asistieron en la residencia presidencial de La Casona a una cena, que finalizó pasada la una y media de la madrugada. Los periódicos de Caracas comentaban ayer por la mañana la sencillez del Rey, que durante un largo rato sentó en sus rodillas a una de las nietas de Carlos Andrés Pérez (Andreína, de tres años), y mantuvo con ella una larga conversación.

Ayer por la mañana, el Rey se reunió en privado con el presidente Pérez, durante más, de una hora. Tras la sesión del Congreso, don Juan Carlos visitó el Centro Gallego, el más importante de los centros españoles de Caracas, que recoge a más de 60.000 socios y donde más de 4.000 personas esperaban a los Reyes. Después del almuerzo, don Juan Carlos recibió a dirigentes sindicalistas venezolanos y más tarde se trasladó al Hogar Canario. Como culminación del programa, los Reyes ofrecieron una cena y una recepción en su residencia dé La Viñeta.

Esta, mañana finalizará la visita oficial de los Reyes. Antes de la salida del aeropuerto de Maiquetía, el Rey y el presidente Pérez firmarán los acuerdos económicos suscritos entre España y Venezuela y el comunicado conjunto de la visita.