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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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Yo, respetuosa

Ayer mismo, cuando escribía yo aquí sobre la prostituta feliz, Xaviera Hollander, bien lejos estaba de sospechar que soy tan prostituta como la propia Xaviera. O más. Me lo ha revelado Ansón (Luis María) en la Hoja del Lunes.En carta pública a mi joven maestro Carlos Luis Alvarez, dice Ansón que la crítica de libros le ha traído a él como Umbral por rastrojo. Todos sabemos que la frase castellana y clásica -¿verdad, querido Camilo?- es como puta por rastrojo, y yo le he dado la vuelta a esa frase alguna vez, en este mismo diario, escribiendo como marquesa por rastrojo, porque he conocido algunas marquesas muy dadas al rastrojo y porque me parece que ya es hora de dejar en paz a las putas.

Estoy acostumbrado a que me plagien -la gloria es una mezcla de banquete y saqueo-, pero no a que me plagien contra sí mismo, como hace ahora Ansón, poniendo mi nombre propio en lugar del común puta, sin duda porque su bien cortada pluma monárquica no condesciende a los lupanares del diccionario. Y buscándole una equivalencia a la cruda y hermosa palabra clásica, se ha acordado de que yo la sustituyo a veces por marquesa, y ha decidido sustituir a la marquesa por mí, brindando así venganza a las marquesas, como caballer monárquico, hermoso segundón y Cara de Plata que es.

Todo sale, ya saben, de que Angel Sánchez-Harguindey, camarada en este periódico, ácrata con cara del Greco, vasco esbelto, cojo y libre (a quien Ansón regatea mezqui namente el nombre, dejándole en las esqueléticas iniciales), hizo un artículo en estas páginas glosando al Ansón crítico de libros, que se había atrevido por la tele con el global mexicano Carlos Fuentes. No voy a defender a Angel, que le sobra juventud, energía periodística y cachava para defenderse solo, pero sí diré que Ansón está mal informado, pese a su Efe, al suponer a ASH obediente a consignas políticas.

Angel, como sabemos todos sus compañeros y amigos, es la acracia pura y angelical llevada a extremos de independencia y lucidez que sólo conocemos bien sus íntimos, entre los que me cuento y honro con Luis Berlanga, por ejemplo, otro maestro de anarquías pacíficas. Lo que pasa es que la agencia Efe (efe de Franco) ve comunistas detrás de cada barba, e incluso catecismos comunistas y subversivos para repartir entre el personal, y así lo difunde.

Nos recuerdas ahora, querido y sorpresivo Luis María, tu reconocido antifranquismo, pero yo dejé de enviarte artículos al A BC -fijate si soy puta- justamente el día que sacaste la portada glosando el triunfo criminal de Pinochet sobre la democracia y la persona de Allende, aunque tú seguramente no caíste en esa coincidencia y decisión de este sencillo colaborador y escritor de la calle, puta esquinera de las letras.

De modo que de poco nos vale que estuvieras contra Franco si estabas con Pinochet (y quizá lo estás), verdugo de tu admirado Pablo Neruda. Yo casi diría que me quedo con Franco, ya ves, porque era el original -fíjate si soy puta-, y Pinochet no es más que un travestí de Franco, como ese gay catalán que va a los cócteles vestido de Bárbara Rey.

No escribo, pues, esta página de mi diario para rechazar que se me sinonimice de puta, ni para defender al largo, puro y barbado Angel Sánchez-Harguindey, que es ácrata y no comunista (a ver si se pone al día en su información la agencia Efe), sino que, efectivamente, quiero corroborar a Luis María Ansón (en eso sí estás bien informado, por una vez) que soy la prostituta feliz del periodismo español, la prostituta menos prostituida, más independiente y callejera de las letras, la única que ha rechazado nutritivas ofertas incluso de Luis María Ansón. Porque una es puta, pero respetuosa.

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