Soares, Cunhal y el Fondo

A comienzos de este mes, Alvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista Portugués (PCP) declaró la «ley Barreto» de reforma agraria, a punto de ser aprobada por la Asamblea, equivalía «al entierro definitivo de la revolución» portuguesa. Pocos días después, el señor Cunhal viajó, a Moscú, y el primer ministro Mario Soares aceIeró sus gestiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), iniciadas hace, ya bastantes meses, para obtener un préstamo de 750 millones de dólares.El 4 de agosto, cuando Cunhal emprendía su Viaje a la capital soviética, el portavoz del Gobierno portugués, Manuel Alegre, sugirió que el dirigente comunista se aprestaba a reiniciar una campaña «virulenta y violenta» contra el Gobierno socialista de Soares. Hoy, en las cercanías del Gobierno y del Partido Socialista, se indica que la primera etapa de esa campaña ya se ha concretado con los sucesos de Evora, los más violentos de los últimos doce meses. Para el PCP, en cambio, los acontecimientos no pueden ser mas que el primer resultado lógico de la «venta de la revolución al FMl, hecha por Soares», tal como el PCP calificó la « ley Barreto» el 8 de agosto.

Estos hechos siguen al anuncio del plan de austeridad económica, del 25 de agosto. Tras retirar la participación estatal de muchas empresas, el escudo se ha puesto a «flotar». Soares, con el apoyo de los socialdemócratas de Sa Carneiro, se siente lo bastante fuerte para enfrentarse al PC y a los sindicatos. Pero el alza de precios de los productos alimenticios ha sido del 35 % en un año. Cunhal espera aún mucho del Alentejo y de la Intersindical.