"Madrid, víctima de su falta de planificación sanitaria"
Los problemas de Madrid, en numerosas ocasiones, se entrelazan de forma progresiva. El déficit de equipamiento urbanístico, la saturación industrial del cinturón madrileño, con su carencia de zonas de esparcimiento, el progresivo incremento del tráfico rodado, son problemas que, de no atajarse en sí mismos, derivan en una incidencia notable sobre la salud de los madrileños.El doctor Emilio Zapatero, nuevo director general de Salud Pública y Sanidad Veterinaria, enjuicia brevemente, desde tres ángulos diferentes, las causas fundamentales que inciden en el deterioro de la salud pública en esta ciudad.
-¿Cuáles son a su juicio los problemas comunes a las diferentes zonas de Madrid?
-Quizá sea la falta de educación sanitaria el problema que hace más difícil la participación de la comunidad en el entendimiento y resolución de los problemas de salud. Nuestra deficiente organización en cuanto a un control de los alimentos provoca serios problemas en este campo, de los cuales el índice más claro es la frecuencia de intoxicaciones alimentarias. La iatrogenia es otro problema que no debemos olvidar, producida por la acción médica, especialmente el abuso de la medicación, la hepatitis y ciertas dependencias de las drogas. Quiero resaltar la falta de planificación sanitaria en la ordenación del territorio, lo que ha provocado muchos de los graves problemas de esta ciudad y los seguirá provocando mientras no se logre integrar estas acciones sanitarias a nivel de planificación.
-¿Cómo se pueden diferenciar y especificar los problemas sanitarios de esta provincia, considerando sus diferencias en cuanto a centro urbano, cinturón industrial y área rural?
-Como problemas del centro urbano podríamos decir que, aunque Madrid no es una ciudad realmente antigua, el desarrollo urbanístico ha hecho de ella una gran ciudad, con todos los problemas que se derivan de la concentración de población y servicios en un área relativamente pequeña. De esta forma tal vez el problema más importante sea la contaminación atmosférica, incluyendo el ruido, que se deriva del importante tránsito rodado, sistemas de acondicionamiento de aire y calefacción, etcétera. Al mismo tiempo, y precisamente por los aspectos económicos del desarrollo urbano rápido, el centro puede caracterizarse por el comienzo de la conjunción de algunos edificios modernos, generalmente dedicados a servicios, y la persistencia de viviendas antiguas que no han sufrido, en muchos casos, remodelación y que carecen de los servicios higiénico-sanitarios apropiados. Sin entrar en detalles de otros problemas, estos dos pueden ser los más característicos de esta parte de Madrid.
Alrededor del antiguo núcleo urbano, y debido al desarrollo industrial, se ha formado, especialmente sin urbanizar o insuficienaños, un cinturón industrial donde, en una forma un tanto anárquica y sin una planificación que hubiese considerado los aspectos humanos del desarrollo, se conjuntan numerosas industrias y barrios de viviendas que albergan una población generalmente emigrada de otra parte del territorio español. Por ello, tal vez el problema más importante sea la falta de infraestructura sanitaria en algunas de estas áreas, me refiero concretamente a barriadas sin abastecimientos de agua suficiente, sin servicios de evacuación de residuales y muy especialmente donde los servicios de recogida de basura no se realizan de una forma apropiada, con el consiguiente problema de crecimiento de una población de ratas, moscas, etcétera. El segundo problema, en orden de importancia, puede ser la calidad de las viviendas en este área, generalmente sin urbanizar o insuficientemente urbanizada, y que supone el afinamiento de la población trabajadora, con los consiguientes resultados en el deterioro de su salud. Precisamente el cinturón industrial crea un nuevo problema de contaminación ambiental, donde las causas fundamentales son las industrias, pero donde también el ruido provocado por la circulación subsidiaria de ellas es un problema importante. La formación de este tipo de hábitat conlleva una incidencia debida a las enfermedades transmisibles, fundamentalmente enfermedades de transmisión hídrica, consecuencia de la falta de saneamiento; tuberculosis, consecuencia de las condiciones de la vivienda y de las condiciones laborales; enfermedades venéreas, como reflejo de una situación social, etcétera. Igualmente, no debe descartarse la importancia de una patología laboral específica, y especialmente de los accidentes laborales y también de los accidentes de tráfico y domésticos. Por último, esta situación provoca un problema de higiene mental derivado de la inadaptación social a que frecuentemente se ve sometida esta población y en la que debemos destacar un problema importante de dependencia de drogas, especialmente alcohol.
Desde el punto de vista rural el saneamiento básico y su consecuencia inmediata en prevalencia de enfermedades entéricas es, sin duda, el principal problema, unido a la frecuencia de algunas zooriosis (brucelosis, fundamentalmente), lo que resulta como problema muy específico.
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