Legalizada la objeción de conciencia en la República Federal de Alemania

Los objetores de conciencia disfrutan a partir de ayer, lunes, de la total legalidad en la República Federal de Alemania. Tras haber sido desestimada por el Tribunal Constitucional de Karlsruhe la supuesta inconstitucionalidad de la reforma de la ley Militar, en la que se legaliza la objeción de conciencia, la nueva pragmática entró en vigor desde las cero horas del lunes, 1 de agosto.A partir de ahora un objetor de conciencia en edad de ingresar en Filas puede comunicar al Ministerio de Defensa que en vez de realizar el servicio bajo las armas, con una duración de quince meses desea efectuar un servicio civil, que durará dieciocho. Los soldados y, reservistas que estando ya en el ejército quieran beneficiarse de Ia objeción de conciencia deberán aprobar un examen moral ante un tribunal que comprobará la sinceridad de su opción.

La discutida reforma de la ley del Servicio Militar, firmada por el presidente de la República, Walter Scheel a mediados del pasado mes de julio, hubo de ser postergada en 1976 al encontrar la oposición de los estados regidos por gobiernos de la Democracia Cristiana. Pocos días después de ser firmada la ley la oposición demócrata-cristiana volvió a denunciar la reforma, calificándola de inconstitucional ante el Tribunal Supremo de Karlsruhe. Los demócrata-cristianos pretendieron sacar adelante otra ley que dificultara la objeción de conciencia, alegando las necesidades de personal que tiene el ejército.

Georg Leber, ministro federal de Defensa, señaló que el número de objetores a las armas en 1976 fue de 40.600, mientras que en el presente año, a la hora del alistamiento, no habían pasado de 37.000. Uno de los razonamientos de la oposición al proyecto radicaba en la escasez de puestos con que cuenta el servicio civil en este país, a lo que el ministro de Defensa respondió que en la actualidad había disponibles 30.000 plazas, capaces de ser ampliadas en 10.000 más, si era necesario.

Con esta medida, la República Federal de Alemania, país con indudable tradición militarista, entra de lleno en la corriente legalizadora de la objeción de conciencia, en vigor en Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y Noruega, y con unos considerables reductos de militantes en España. Entre los países miembros del Pacto de Varsovia el único que reconoce la objeción de conciencia como postura moral es precisamente la República Democrática Alemana.