Trevor Osborne,

industrial británico, se ha comprado un pueblo entero. El señor Osborne adquirió, en un paraje costero, dos barcos, tres garajes, un puerto, una fábrica de conservas de pescado, un embarcadero, un hotel, un restaurante, varias cafeterías y cerca de doscientas casas. En una palabra, se compró el pueblo entero de Porthleven, situado en la costa de Cornish. Le costó 400.000 libras, unos sesenta millones de pesetas. La razón es, según explica, que cuando «traje a mi familia a Porthleven, hace tres meses, y supe que el pueblo estaba en venta, vi que era un lugar hermoso con un gran encanto ».