Acabó el motín de Carabanchel

Tras una auténtica batalla de tres horas, con empleo masivo de botes de humo, gases lacrimógenos y balas de goma por parte de las fuerzas antidisturbios, hacia las seis de la tarde de ayer quedó reducido el motín de la cárcel de Carabanchel, en el que han participado medio millar de reclusos durante cuatro días.El saldo del ataque final ha sido de unos treinta heridos, entre policías y amotinados, a los que se deben sumar los heridos habidos en jornadas anteriores -unos cincuenta- y los graves destrozos producidos en la cárcel, evaluados en unos ochenta millones de pesetas.

El gobernador civil de Madrid, señor Rosón, manifestó en una rueda de prensa que las negociaciones llevadas a cabo con los reclusos habían quedado rotas desde el momento en que éstos habían planteado condiciones que «desarbolaban la idea misma del Estado». La ocupación de la cárcel, por otra parte, se había hecho con la mínima violencia posible. Terminado el motín de Carabanchel, es de suponer que en las próximas horas finalicen también los conflictos de las demás cárceles españolas en las que había tenido eco.

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